En el camino hacia la sostenibilidad medioambiental, no solo basta con la apuesta por las energías renovables. Está claro que es la principal baza del desarrollo energético de los próximos años, pero hay algo de lo que no se habla tan a menudo y de lo que no siempre somos conscientes. La necesidad de ahorrar energía.
Lo hacemos de forma tan cotidiana que, sin darnos cuenta, son cientos las tareas de nuestro día a día en las que necesitamos utilizar energía eléctrica. Es una certeza que, para nosotros, los ciudadanos del siglo XXI, sería imposible vivir sin ella. Por esto hemos de saber que las principales fuentes de energía que hemos tenido en las últimas décadas, las energías fósiles, son finitas y no renovables. Con esto quiero decir que llegará el punto en que se acaben y no podamos volver a disponer de ellas.
Así pues, se hace imprescindible que, además de buscar otras fuentes de energía, hagamos un uso correcto de las actuales y no las malgastemos. El ahorro energético, además, es bueno para nuestro bolsillo, pues supone una reducción en la factura de la luz de cada mes.
Optimización energética en Salamanca
Por suerte, las instituciones públicas ya están trabajando también en potenciar el ahorro energético. La Diputación de Salamanca trabaja con un plan de optimización energética. A través de él, otorga subvenciones destinadas a muchos municipios de la provincia con el fin de potenciar el uso de las energías renovables y de medidas de ahorro y eficiencia energética.
Nosotros, desde casa, también podemos poner nuestro granito de arena en este aspecto. Basta con tomar ciertas medidas simples como el cambio de las bombillas por otras de bajo consumo, el apagado total de los aparatos cuando no están en uso o ciertas precauciones para reducir el uso de la calefacción. Si quieres más detalles de como hacerlo puedes también consultar este artículo de OVACEN, donde encontrarás consejos muy interesantes en este sentido.
Al principio, por la falta de costumbre, puede ser un poco tedioso acostumbrarse a las nuevas medidas, pero verás que tan solo es cosa de unos días acostumbrarse a ellas y hacerlo como un hábito. En unas semanas ni te darás cuenta de que estás ahorrando energía, solo lo comprobarás cuando veas como ha bajado tu factura de luz.