Los juegos son una de las bases de la vida, pero siempre dentro de un orden. A lo largo de los años nos hemos encontrado con opciones numerosas donde el entretenimiento era la clave de cada una de ellas, pero cuando se pasa al denominado juego adictivo, entonces nos enfrentamos a cruzar una delgada línea entre dicho entretenimiento y la ludopatía.
Cuando las cosas no se pueden controlar, son muchas las personas que entran en una serie de bucles que lo llevarán a vivir un ocaso. Se trata de un deseo incontrolable de buscar ese ‘consuelo’ en el juego y en las apuestas. ¿Cómo saber que se está cruzando la línea del entretenimiento a la ludopatía?
La peligrosa adicción del juego adictivo
A priori cuando mencionamos un juego adictivo no siempre tenemos que ir por el camino más negativo. En ocasiones nos podemos encontrar con muchos juegos, que además de entretenernos, también hacen que las horas muertas se lleven mucho mejor. Pero tal y como hemos avanzado, no siempre sucede que un juego se quede en solo entretenimiento. A veces, la persona intenta seguir y dar pasos de ciego hasta caer en uno de los pozos más profundos que existen: La ludopatía.
Porque en todo ello también influyen muchos otros aspectos además del juego en sí. Cuando pasamos del entretenimiento a la dependencia, llega la ludopatía y es un problema comparable con la drogadicción o bien con el mundo de los tarotistas. Esto es porque tiene las mismas sensaciones y reacciones en nuestro cerebro. El sentir la plenitud, la felicidad, el olvidarse del resto del mundo y un largo etcétera hará que estemos ante un grave problema y que tenemos que enfrentar desde la realidad.
Etapas principales en la ludopatía
La adicción al juego no es algo que llegue de un día para otro. Se trata de un proceso, en el que van involucrados varios pasos o etapas. De todos modos, desde casi el primer momento podemos hablar de que se trata tanto de una adicción como de un trastorno.
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En primer lugar está el denominado jugador social. Es cierto que se ve involucrado en diversos juegos adictivos pero es todavía consciente del tiempo y del dinero invertido en ello.
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La segunda fase llega con el éxito, con las ganancias y con la sensación de plenitud por parte de la persona afectada. Por lo que considera que está ante un período de suerte y decide seguir adelante con esa ‘buena racha’.
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Llegan las pérdidas y con ellas la desesperación. Pero aún así, el jugador sigue apostando y centro del círculo, porque considera que el juego adictivo es para él una vía de escape de sus problemas.
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Ya se ha creado la adicción y por ello, va perdiendo más dinero, personas o trabajo.
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Finalmente hay una parte de aceptación de lo que ocurre, porque se da cuenta de todas esas pérdidas, aunque sea una sensación que no puede controlar.
Señales que detectan la ludopatía
Toda persona que tiene un problema de adicción emitirá una serie de señales, que en ocasiones están muy claras. Tanto en el mundo del juego como en la adicción al tarot, al tabaco y muchas otras que nos rodean. Aunque es cierto que dependiendo de la adicción en sí, algunas pueden ser bastante contrarias. Nos quedamos con las que sí aportan esas pistas señaladas de que algo no va bien.
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Pasa la mayor parte del día pensando en el juego y en cómo hacer más dinero para seguir gastando del mismo modo. Algo que también sucede cuando hablamos de las líneas de tarot, ya que nos aportan esa información que queremos escuchar y por lo tanto, nunca nos damos por satisfechos sino que queremos todavía más. En el juego no es algo diferente.
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Las mentiras llegarán a la vida de la persona con ludopatía. Porque es consciente de lo que ocurre aunque no pueda salir del bucle en el que ha entrado. Lo mismo que cuando se contacta con las mejores videntes día tras día. No siempre se reconoce en qué gastamos el dinero o estamos tantas horas hablando por teléfono.
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Es una persona que tiende a la tristeza, a la depresión y a contar con numerosos problemas en la vida. Además de que no puede enfrentarlos, intenta olvidarse de ellos apostando. Lo que el cerebro lo lleva a reconocerlo como una sugestión de felicidad.
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Pedirá dinero siempre que pueda a las personas que lo rodean, aunque sin dar mayores explicaciones.
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Cuando le sale bien, seguirá invirtiendo más cantidad de dinero para poder conseguir mejores resultados, según su visión, o bien para poder recuperar lo perdido. Algo que será más frustrante porque la caída también será mucho mayor.
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Tendrá etapas o épocas en las que parece que deja de lado el juego adictivo, pero nunca lo conseguirá del todo.
Cómo se puede ayudar a salir de la ludopatía
Por un lado, está el terreno familiar o el entorno más cercano que tenga la persona enferma. Porque es el momento de que le ayuden y no a aceptar el juego en sí, sino a brindarle la ayuda en forma de tratamiento. Es sumamente importante dar los pasos acertados antes de que el problema se haga más grande. Por lo que cuanto antes se le pueda abrir los ojos y convencer de que necesita tratamiento, mucho mejor. Es cierto que no se puede forzar, hay que tener paciencia hasta que la persona afectada asuma que tiene un problema.
Por otro lado está el tema médico. Una vez que la persona ha requerido ayuda médica, el profesional sanitario te hará una evaluación. Claro que tiene que saber hasta donde llega dicho problema y es por ello que en primer lugar hará preguntas claras y concisas sobre los hábitos que el paciente lleva en torno al juego y a sus apuestas. Tras ello, la evaluación psiquiátrica y un informe médico serán los pasos a seguir.
Una vez se concluya esta parte llegará la del tratamiento. No es un camino sencillo pero es que la ludopatía se cobra numerosos aspectos de nuestra vida y por ello, hay que tratarlos correctamente. Por un lado está la terapia conductual que también es parte importante de otros procesos adictivos. Esta se encarga de trabajar por completo el problema, de darte los mejores consejos y la guía para abordar la base del problema. De modo que poco a poco se vayan dejando atrás las ganas de seguir jugando. A veces dicha terapia se acompaña de medicación y de grupos de ayuda. Tal y como vemos, paso a paso se puede encarar y vencer este grave problema.