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Caminando hacia una vida más sostenible

medio ambiente

 

Los malos hábitos de consumo que la humanidad ha ido desarrollando desde hace varias décadas ya hace mucho que se convirtieron en un problema. Estas malas prácticas han ido dejando, durante todo este tiempo, una huella que se hace palpable principalmente con el cambio climático. Por suerte, parece que, ya bien entrado el siglo XXI, estamos tomando conciencia de ello y se alzan muchas voces pidiendo un cambio drástico en la forma en que vivimos y la manera en la que consumimos.

Esta huella de la que te hablo es la denominada “huella ecológica”. Se trata del conjunto de rastros que las acciones dañinas para el ecosistema dejan en nuestro planeta. Esas que hacen insostenible la vida a largo plazo en él y por las que poco o nada noes hemos preocupado hasta ahora.

Todos nosotros, por el simple hecho de proteger un espacio en el que tengan la oportunidad de vivir las nuevas generaciones, deberíamos proponernos aportar nuestro granito de arena. No es necesario grandes alardes de ecologismo para ayudar en esto. Bastan detalles y pequeñas acciones de cada uno para que, sumando, se alcancen objetivos valiosos.

¿Que puedo hacer yo para mantener una vida sostenible?

Para empezar, te hablaré de uno de los principales problemas: la energía. Este es un bien valioso y limitado. Es decir, no podemos tener todo lo que queramos, en algún momento se agotará. Por ello es imprescindible hacer un uso racional de ella. En casa podemos optar por el uso de bombillas led de bajo consumo, apagar cualquier aparato que no estemos utilizando o no derrochar con la calefacción o aire acondicionado. Si además, optamos por buscar energía de fuentes renovables, bien sea instalando paneles solares, o contratando el suministro eléctrico con una compañía 100% verde (que las hay), mucho mejor.

Otro aspecto básico en la sostenibilidad es la reutilización de objetos. La cultura del usar y tirar debe acabar de una vez por todas. De hecho nunca debió haber existido. Por ejemplo, desde hace unos años, en nuestro país, se ha intentado evitar el uso indiscriminado de bolsas de plástico. Se ha avanzado mucho en este sentido pero aún queda mucho camino por recorrer. El reciclaje o reutilización debe llegar prácticamente a todos los aspectos de nuestra vida: nuevos usos para los muebles, tarros y botellas de vidrio en lugar de plásticos, ropa de calidad y que puedas combinar fácilmente….

Por supuesto, no podemos olvidarnos de los productos que hacen daño por sí mismos al medio ambiente. Se ha de buscar una alternativa biodegradable a todo aquello que no lo sea. Por ejemplo, geles de baño, cremas, detergentes y otros productos químicos, todos ellos muy dañinos para ríos y mares. También los objetos plásticos de un solo uso como las pajitas o los bastoncillos. Estos se pueden cambiar fácilmente por alternativas sostenibles. Las pajitas y los bastoncillos de oído de bambú son ya una realidad y puedes encontrarlos en muchos establecimientos.

No derroches el agua porque, aunque lo parezca, no es infinita. Cuida lo que comes, deja atrás la carne y consume mas fruta y verdura. No uses aerosoles o sprays. Renueva los artículos tecnológicos únicamente cuando sea imprescindible, sin importar las modas. Camina o usa bicicleta…. Son muchas las pequeñas acciones que cada uno de nosotros puede proponerse y que significarán un pequeño avance hacia la sostenibilidad. Lo importante es concienciarse y obligarse a hacerlo. El planeta nos lo agradecerá.

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