El agua es un líquido fundamental para el organismo, se recomienda no consumir menos de 6 vasos diarios, permitiendo que el organismo tenga un adecuado aporte hídrico para facilitar la eliminación de toxinas. El mayor consumo de agua cuando bajamos de peso, permite que los riñones trabajen de menor forma para eliminar los productos de desechos producidos de la degradación de la grasa en exceso. Consumir mayor cantidad de agua no adelgaza, pero contribuye en el proceso para una mejor salud.
La otra función que se le atribuye al consumo abundante de líquidos, especialmente agua o gaseosas sin calorías es que genera sensación de saciedad, de esta forma comeremos menor cantidad de alimentos en cada ingesta. Lo ideal es consumir dos vasos de agua 15 minutos antes del almuerzo y cena, logrando que nuestra capacidad del estómago se vea disminuida, logrando consumir menor cantidad alimentos, contribuyendo a bajar de peso. Esta función no ha sido probada, este efecto es desaparejo, variable y sólo ocurre en algunas personas, no en todas.
Cómo hidratarse correctamente durante una dieta
Está comprobado que, para una buena alimentación, no es aconsejable tomar líquidos, incluso agua, durante las comidas. La hidratación debe realizarse antes de la ingesta y tras un par de horas del consumo de los alimentos, de una forma progresiva, con muchas tomas de poca cantidad.
Hay que tener en cuenta, que el consumo de algunos líquidos es libre durante el periodo que estamos adelgazando, dentro de los que se incluyen todos aquellos que no aporten calorías o lo hagan de forma poco significativa como: agua, té, café, gaseosas dietéticas. Estas bebidas deben contener edulcorantes que casi no aportan calorías, así que no contribuirán al aumento de peso. El agregado de azúcar común a las bebidas tiene que estar restringido, ya que aportan gran cantidad de calorías extras a nuestro metabolismo.
Los zumos naturales a pesar de aportar pocas calorías las aportan, por lo que su consumo no está prohibido pero tiene que ser reducido a lo largo del día.
Un aspecto importante a tener en cuenta, que es habitual cuando estamos intentando bajar de peso es realizar mayor cantidad de actividad física, que genera mayor transpiración y pérdida de agua. En estas circunstancias mantener un buen aporte hídrico es necesario. ¡Aumentar el consumo de agua mejorará nuestra hidratación corporal!
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