La Plaza Mayor de Salamanca quizás sea el mayor atractivo turístico de la ciudad. Pero no solo por esto es destacable. Sin duda ninguna es una de las plazas más importantes y con más historia de España.
Hoy os invito a dar un paseo por ella y a conocer algunos datos que igual no conocéis a pesar de que seáis salmantinos o llevéis algún tiempo viviendo aquí.
La Plaza Mayor de Salamanca era un viejo deseo de los gobernantes de Salamanca que empezó a construirse en 1729 pero que no fue finalizada hasta 1755. Así pues, está cerca de cumplir tres siglos de antigüedad.
También conocida como la plaza del pueblo, estuvo promovida por Rodrigo Caballero de Llanes y sufragada económicamente por los ciudadanos, puesto que la corona, que en aquellos tiempos tenía al mando a Felipe V, no financió su construcción. Alberto Churrieguera y Andrés García de Quiñones, tras la muerte del primero, fueron los arquitectos encargados.
En el espacio ocupado hoy por la Plaza Mayor, anteriormente existió la denominada Plaza de San Martín, que era un espacio abierto mucho más grande que el actual, pues comprendía también los terrenos que hoy ocupan l mercado de abastos, la Plaza del Poeta Iglesias y la Plaza del Corrillo además del propio de la Plaza Mayor.
Está construida en piedra franca de Villamayor, que le da su característico toque colorido y a los lados tiene los pabellones o lienzos, que en total son cuatro: Pabellón Real, Pabellón de San Martín, Pabellón Consistorial y Pabellón de Petrineros.
Algunos datos curiosos sobre la Plaza Mayor de Salamanca
El proyecto inicial era de una plaza mucho mayor, valga la redundancia, de la que existe en la actualidad. Pero el proyecto tuvo problemas con los ciudadanos con propiedades colindantes que no aceptaban ser expropiados. Además, debieron construirse dos torres laterales, que finalmente no pudieron alzarse por problemas de cimentación.
La Espadaña, nombre con el que se conoce al popular remate de la fachada principal, tiene un siglo menos de vida que la plaza, puesto que no se situó en su ubicación hasta 1852. Alberga en su interior cuatro campanas que llevan por nombre: Romana, Satinay, Bentula y Esquilonada.
Aunque la plaza asemeja ser cuadrada, en realidad es un cuadrilátero irregular puesto que ninguno de los lados tiene el mismo tamaño que otro.
Entre los arcos de la plaza se sitúan medallones con bustos de personajes históricos como el propio rey Felipe V, Francisco Franco, Bernardo del Caripo o Pelayo Pérez Correa entre otros. Algunos han sido y siguen siendo polémicos, pues hay quienes piensan que no deberían estar ahí. De hecho, existe algún caso de medallones que fueron destruidos, como el que representaba a Godoy.
En el Pabellón Real, bajo el arco principal, existe una inscripción que textualmente indica: “Aquí se mató una muger, rueguen a Dios por ella. Año e 1838. Nada se sabe ni del hecho ni de por qué existe el cartel pero la leyenda cuenta que algunas vetas rojizas que se ven en la columna del arco son marcas de la sangre de esta “muger”.
Se han celebrado numerosas corridas de toros en el interior de la Plaza Mayor, que daba un aforo superior a los 20.000 espectadores, siendo uno de los ruedos más grandes de España.
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