El mundo de la informática avanza a velocidades realmente increíbles. Las nuevas tecnologías hacen que un portátil comprado hace pocos meses quede rápidamente retrasado con respecto a los nuevos modelos. Procesadores más veloces, memorias RAM de mayor capacidad, placas bases más eficientes…. todo influye y nada se queda atrás.
Por mi parte, intento actualizar mi equipo todo lo que me es posible para evitar que quede rápidamente desfasado. Desde que lo compré hace poco más de un año, ya le aumenté hace unos meses la memoria RAM. Ahora toca mejorar el disco duro por uno que me proporcione mayor rendimiento.
Para los que no están tan al día en temas informáticos, el disco duro es el dispositivo donde se almacena toda la información que guardamos en nuestro ordenador. Suelen ser memorias de gran tamaño y de velocidades bajas de acceso. O solían, porque desde que llegaron al mercado los SSD, o discos de estado sólido, la cosa ha cambiado muchísimo. Ahora son mucho más rápidos y eficientes.
Discos SSD: Que son y como pueden mejorar mi ordenador
Como ya he comentado, los SSD son las siglas de Solid State Drive. En castellano Disco de Estado Sólido o Unidad de Estado Sólido, a gusto de cada uno. Mientras que los discos duros tradicionales están compuestos por discos magnéticos divididos en sectores que son leídos por mediación de una cabeza lectora, los SSD están fabricados con una memoria flash, misma tecnología que utilizan las tarjetas de memoria o los pendrive, por ejemplo.
Este cambio de tecnología permite varias ventajas. Por un lado el acceso a la información es mucho más rápida y optimizada, por lo que los tiempos de respuesta son inferiores y, por lo tanto, los equipos pueden trabajar de una manera más rápida con ellos. Por otro lado, mejoran la durabilidad. Los discos duros tradicionales son aparatos muy sensibles que no pueden recibir movimientos bruscos o golpes mientras están en funcionamiento. Con los SSD esto no es un problema. Al no haber cabeza lectora, esta no puede dañar físicamente el dispositivo al moverla bruscamente o golpearla.
Por contra, y solo de momento, la desventaja es que con los discos duros tradicionales tenemos muchísima mas capacidad de almacenamiento por el mismo precio que en los SSD. Esto realmente es una desventaja que tienen todas las nuevas tecnologías, pero que con el paso del tiempo irá desapareciendo.
En resumen, el uso de un SSD aportará mucha más rapidez en el trabajo diario y mejorará las prestaciones del ordenador, por lo que es una inversión que vas a amortizar rápidamente. Hoy en día es fácil conseguir ya un ordenador con SSD de fábrica, por lo que no es necesario tener que sustituirlo posteriormente. Eso si, te recomendamos revisar la capacidad del mismo antes de comprar tu nuevo ordenador para comprobar que es la que necesitas.
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