Desde hace algunos años, bien por los cambios en la legislación al respecto o bien por las necesidades personales de los propietarios o inquilinos, se ha notado un repunte en el sector de las viviendas accesibles o adaptadas. Cada vez somos más conscientes de la necesidad de facilitarnos la propia vida, sobre todo cuando se trata de nuestro hogar.
Cuando se habla de vivienda accesible o de vivienda adaptada, es imposible que no se venga a la cabeza la palabra discapacidad, puesto que es el colectivo que, habitualmente, demanda este tipo de construcciones. Pero la realidad es que últimamente ha calado en la sociedad la idea de la idoneidad de que cualquier casa sea accesible. No ya solo por el hecho de poder facilitar el acceso a cualquier persona, sino pensando en las necesidades que llegarán con la tercera edad o simplemente por seguridad.
Las nuevas tecnologías han supuesto una inestimable ayuda en el camino hacia la accesibilidad. Gracias a ellas se ha conseguido que el diseño no esté reñido con la adaptabilidad ni con la funcionalidad. De hecho, incluso han provocado la aparición de nuevas tendencias, como los espacios diáfanos y la supresión de los escalones en pequeños desniveles, sustituidos por rampas.
Soluciones imprescindibles en hogares con necesidades especiales de movilidad.
Dependiendo de la estancia en la que se necesite un extra de movilidad, serán necesarias unas soluciones u otras. Especial atención habrá que tener con los espacios donde más tiempo se está a lo largo del día, como el salón, o zonas de especial necesidad como el aseo.
Empezando por este último, la recomendación es que los muebles sanitarios (retrete, lavabo o bañera por ejemplo) se encuentren repartidos por toda la estancia, junto a las paredes, dejando el centro de la habitación vacío y con espacio suficiente para que pueda maniobrar, por ejemplo, una silla de ruedas. El lavabo debe encontrarse frente a la puerta pues se aumenta su usabilidad. La bañera se ha de sustituir por un plato de ducha ya que esto simplifica el acceso y se evita riesgo de caídas. En cuanto al inodoro, la solución ideal pasa por instalar alguno de los muchos modelos de tapas WC elevadoras para discapacitados que hay en el mercado.
Si ponemos el ojo en la cocina, lo principal es que sea espaciosa y que cuente con muebles regulables en altura. Esto permitirá cocinar o acceder al fregadero con facilidad y comodidad tanto para una persona de pie como para alguien en silla de ruedas o con una altura por debajo o por encima de lo normal.
En cuanto al resto de habitaciones: salon, dormitorios, garage, etc… las recomendaciones son muy similares. En primer lugar se ha de pensar en la eliminación de escaleras y su sustitución por rampas cuando sea posible. O bien complementarlas con algún tipo de silla elevadora o, existe esta opción, con un ascensor. Las puertas se recomiendan que tengan un ancho mayor del habitual y con automatismos de apertura y cierre.
Con estos simples consejos cualquier espacio puede convertirse en un lugar adaptado y accesible. Además, no suele tener un sobrecoge desproporcionado sobre otras opciones, por lo que muchos son ya los que se deciden por este tipo de construcción, preparándose para cualquier tipo de necesidad que pueda surgir con el tiempo.
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