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Nuestras conexiones y el flujo de conocimiento

Traducción: JAVIER DOWDELL (2016)

(Judy O’Connell (2015): “Our connections and the flow of knowledge”. Heyjude)

 

El aprendizaje es el proceso de adquisición de conocimiento; es de carácter activo y se lleva cabo a un nivel tanto social como individual. En lo que al flujo informacional se refiere, existen múltiples teorías y modelos que representan las opiniones y las investigaciones sobre esta área. Los modelos existentes cuentan con elementos comunes, pero mientras que los del mundo de la comunicación se centran en el comunicador y en el proceso de comunicación, la mayoría de los modelos aplicados en biblioteconomía y en las ciencias de la información se centran en la búsqueda de información y en los usuarios que la utilizan. Ciertamente, merece la pena detenerse un momento y revisar estos modelos para entender mejor los «actores cognitivos» y otras influencias que entran en juego (Robson y Robinson, 2013).

Lo que más me interesa son las conductas que se adoptan durante la búsqueda de información y los lugares donde se realiza dicha búsqueda, que cambian y aumentan sus posibilidades continuamente. Si bien podemos estudiar los modelos en profundidad como objetivos académicos o profesionales, cuando reconsideramos nuestra manera de pensar en la era digital, es Bradbury quien da justo en el clavo al abordar algunas de las cuestiones que tenemos en común:

Nuestro procesamiento moderno de la información es descuidado tanto por la manera en que se consume como por la manera en que se relaciona con otros modelos de procesamiento: rara vez buscamos un artículo, lo examinamos y después se lo facilitamos a un destinatario concreto. Más bien nos lo encontramos en la red, le echamos un vistazo al encabezado o a algunos fragmentos y lo difundimos indiscriminadamente a través de las redes sociales. 

Es muy importante estar receptivo y entender la complejidad del comportamiento informacional. ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Qué se está haciendo ya? Después de todo, se podría decir que las tecnologías digitales tienden a relegar a un dispositivo externo que proporcione una respuesta rápida y preconcebida mucho de lo que podría ser, potencialmente, pensamiento reflexivo.

Me impresionó mucho una reflexión que leí en The Fourth Age of Libraries, así que comparto aquí una muestra de lo expresado por el autor, Sean McMullen:

Recientemente, para una historia que estaba escribiendo, me documenté sobre la inteligencia de los cuervos, así que mi primer paso fue escribir “inteligencia de los cuervos” en Google. Inmediatamente aparecieron 8.180.000 enlaces. Si dedicase cinco segundos a cada uno y trabajase doce horas al día, tardaría unos dos años y medio en revisarlos todos. Todo el mundo puede navegar por Internet, pero los bibliotecarios lo hacen de una manera eficaz. Ya que me interesa más utilizar la información que encontrarla, seguiré pidiendo ayuda a bibliotecarios.

¡Sí! La búsqueda de información y la buena conducta informacional seguirán siendo sinónimos de conservación de calidad y de procesos de difusión de la información igualmente accesibles.

Dos informes

Esta semana, escogí dos informes que fueron directos a mi lista de lecturas, porque pensé que me ayudarían con mis ideas sobre los dilemas de la era de la información.

¡Debemos alimentar la habilidad de leer y escribir bien! Medir el impacto de miles de bibliotecas en varios países es una tarea formidable. Sin embargo, con la ayuda de la Fundación Bill y Melinda Gates, un equipo externo de investigación de Room to Read investigó bibliotecas en Laos, Nepal, la India, Sri Lanka, Zambia y Sudáfrica. Para establecer un punto de partida, comenzó las evaluaciones en las escuelas antes de que se crease una biblioteca Room to Read y realizó un seguimiento de los hábitos de lectura durante el transcurso de dos años.

La aportación más interesante del estudio es que este equipo ha sido capaz de demostrar empíricamente que las bibliotecas están ayudando a los niños a convertirse en lectores independientes. Lea el resumen completo del informe.

El segundo informe útil es de Knowledge Exchange y se titula «Sowing the seed: Incentives and Motivations for Sharing Research Data, a researcher’s perspective». Un estudio cualitativo, realizado por petición de Knowledge Exchange, ha reunido pruebas, ejemplos y opiniones sobre incentivos actuales y futuros para el intercambio de información sobre investigaciones desde el punto de vista de los investigadores. El objetivo es ofrecer recomendaciones acerca de políticas y desarrollos de prácticas para incentivar así el acceso a datos y su reutilización. Asimismo, el estudio muestra que las experiencias de los investigadores, sus intercambios de datos y sus motivaciones son heterogéneas dentro de los grupos de investigación y disciplinas estudiados. Los incentivos y motivaciones precisan del desarrollo de una infraestructura con un contexto lo más completo posible. De esta manera, los datos de investigaciones, los documentos y otros resultados estarán disponibles conjuntamente en una única plataforma de datos. Resulta necesario tener en consideración los diferentes tipos de compartición de datos y disciplinas enfocadas a la investigación. Este informe confirma que queda un largo camino por delante para superar la búsqueda general de información de bajo nivel de Google, porque existe material oculto de mejor calidad. Descargue el tudio “Sowing the seed: Incentives and Motivations for Sharing Research Data, a researcher’s perspective”.

Seguir adelante

Así pues, centrémonos en la tecnología y los servicios de apoyo. Las bibliotecas son un punto esencial en nuestras comunidades, y la tecnología, otro. A medida que inventamos más tecnología y más medios, también reinventamos nuestras interacciones comunitarias como espacios físicos y virtuales de intercambio cultural y de desarrollo de conocimiento. Las bibliotecas seguirán marcando el camino, desde los servicios nacionales hasta los servicios de calidad en la pequeña biblioteca de la escuela local. Para fomentar la lectura, el desarrollo, el refinamiento de las estrategias de búsqueda de información y las conductas informacionales a largo plazo, los educadores y organizaciones deben mantenerse abiertos y receptivos. Asimismo, deben evitar las modas que no estén ni respaldadas por investigaciones, ni aprobadas por rigurosos estudios.

La buena noticia es que las bibliotecas se están transformando. Lea “Near and Far Future of Libraries”. A medida que los archivos se digitalizan y las máquinas se vuelven más inteligentes, ¿qué función tendrán las bibliotecas dentro de diez o diez mil años? ¡Mire lo que comentaron algunos interesantes expertos!

Las conexiones deben ser nuestra prioridad, al igual que la creación de un flujo de conocimiento para todas las edades. Esto se puede lograr gracias a comunidades, naciones y pueblos. Nuestras conexiones y el flujo de conocimiento son vitales para la comunicación, la colaboración, la creatividad y desarrollo de un pensamiento crítico.

¡No te cortes las alas!

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