Sistema de blogs Diarium
Universidad de Salamanca
Vida en Salamanca
Cuento, opino y comparto
 
diap3

Jaque a los bulos

bulos-rrss

 

Los últimos dos meses hemos convivido con un inimaginable número de bulos y fakenews. Parece que las situaciones más complicadas no solo sacan a la luz lo mejor del ser humano, sino que también hacen aparecer lo peor de algunos. Gente que aprovecha la situación ideológicamente o políticamente para sacar un rédito que, como mínimo es mezquino.

Y ojo que hablo de esto desde la más absoluta neutralidad. No tienen nada que ver con colores o pensamientos, sin con la dignidad personal. La difusión de bulos no es ninguna broma, y si no que se lo pregunten a India, donde en 2018 hubo linchamientos a gente inocente en muchas zonas del país por bulos difundidos a través de WhatsApp.

En una maniobra que personalmente me parece un acierto total, WhatsApp, o mejor dicho Facebook ya que es el la compañía propietaria de esta plataforma de mensajería, decidió limitar las posibilidades de reenvíos masivos de mensajes para abordar esta problemática. El resultado ha sido la disminución de más del 70% de bulos y noticias falsas. Quizás hayas comprobado que en tu teléfono ya no aparecen tantos mensajes de copiar/pegar como antes.

 

Ahora tiene que cundir el ejemplo

El problema está en que cuando alguien pone límites en este tipo de aspectos, los que viven de publicar este tipo de informaciones no desaparecen, sino que se trasladan a otra redes. Ahora el boom está surgiendo en Youtube, donde hay miles de videos que tratan de hacerse virales con informaciones, como mínimo, partidistas. También en la plataforma Telegram, que ha aumentado espectacularmente su número de usuarios en el último mes.

Pero, ¿por que la gente confía tanto en estos bulos y les da veracidad? Pues principalmente por una cosa, porque cuando se hace por mensajería, comúnmente llega del lado de una persona conocida a quien normalmente no cuestionamos. Pero no pensamos que ese mensaje viene de otra persona del que se ha copiado, y el de esta de otra y así sucesivamente, sin que al final la fuerte sea conocida. En la mayor parte de los casos, si el mismo mensaje llega desde una persona desconocida, se borraría sin darle mayor importancia.

Después, está el hecho de que, quien lo reenvía, cree que lo hace por el bien de los demás, ya que no es consciente de que está enviando información falsa. Son muchos los que quieren lo mejor para su familia y amigos, pensando que dándoles esa información les protege. Luego están los salvapatrias, que no ven nada más allá que su propia ideología.

El futuro de la mensajería pasa porque todas las que quieran tener cierta reputación seria hagan lo mimo y limiten el reenvío de este tipo de informaciones no verídicas y/o engañosas. No puede ser de otra forma ya que, de no hacerlo, tarde o temprano pasarán a ser vistos chiringuitos donde cualquiera puede soltar la mayor burrada que se le ocurra sin importar mentir o decir la verdad.

Aún no hay comentarios.

Deja un comentario


*

Política de privacidad
Studii Salmantini. Campus de excelencia internacional