Si te duelen los dientes o las encías y te preguntas si debes visitar al dentista, te enfrentas a una decisión que millones de personas tienen que tomar cada año. En general, la mayoría de los problemas dentales requieren la asistencia de un dentista o, al menos, de un higienista dental. Sin embargo, algunos problemas dentales son peores que otros.
Si el dolor es considerable o si te preocupa que algún diente se caiga, la decisión de acudir al dentista no es difícil. Si el dolor no es significativo, es una zona mucho más gris. A continuación, te cuento algunos de los principales signos que indican que debes visitar al dentista.
Un diente caído
Si tu diente se ha caído o se ha aflojado tras un golpe o molestia de cualquier tipo, debes acudir al dentista de inmediato. No te demores. Cuanto antes hagas que un profesional atienda el diente, más posibilidades tendrás de salvarlo. El dentista podría volver a colocar el diente en su posición y conservarlo.
Puedes poner de tu parte cogiendo el diente por la parte superior o por la corona. No toques la raíz del diente. Aclara el diente, pero no lo restriegues. Si puedes volver a colocar el diente en el hueco, hazlo. Si no, pon el diente en un poco de leche y visita al dentista de inmediato.
Un dolor de muelas crónico
El dolor de muelas crónico es una señal inequívoca de que tu boca necesita atención profesional. Tanto si tienes una pulpa dental infectada como una leve sensibilidad dental, el dentista determinará la causa del dolor y te recomendará un tratamiento. Acude a un profesional para que atienda tu dolor de muelas sin demora y no acabes con un tratamiento aún más caro en los próximos meses o años.
Un absceso dental
Los abscesos dentales son especialmente dolorosos, hasta el punto de que pueden poner en peligro la vida del paciente. Los abscesos se producen cuando se acumula pus en el diente, causando una infección. Los abscesos pueden provocar desde sensibilidad dental hasta fiebre, pasando por una cara hinchada, ganglios linfáticos sensibles y otras afecciones. Incluso es posible que el absceso se traslade a la mandíbula, a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.
Un diente astillado o agrietado
Si tu diente está fracturado o te duele mucho, enjuágate la boca con agua tibia. Es importante asegurarse de no tragar accidentalmente ninguna parte del diente al hacer esto. Ponte una compresa fría en la cara para minimizar la hinchazón. Visite al dentista de inmediato para que te haga una evaluación y te recomiende una estrategia para que tu sonrisa vuelva a la normalidad.
Encías hinchadas, inflamadas o sangrantes
Si tus encías están excesivamente inflamadas o hinchadas, acude a tu dentista. Aunque se produzca algún sangrado al utilizar el hilo dental, un aumento de la cantidad o la frecuencia del sangrado es motivo de preocupación. Es posible que tenga una enfermedad periodontal, pero no lo sabrá hasta que realices una visita a tu dentista.
Aún no hay comentarios.