Sistema de blogs Diarium
Universidad de Salamanca
Blog de Antonia Durán Ayago
Miscelánea
 
6
Archivo | 22 junio 2016

La Universidad que necesitamos

Hay pocos lugares en que fluya la vida de forma tan manifiesta y evidente como en la Universidad. Quienes se forman en la Universidad o han pasado por ella saben que es un medio que imprime carácter. Es un escenario apto para soñar, para elucubrar, para gestar y desarrollar ideas, para discutir, para reflexionar, para contribuir desde el conocimiento a la riqueza de un país. La Universidad no es algo estático. No se trata sólo de una institución centenaria, sino que su abolengo es el patrimonio quizás más importante con el que contamos y es por ello que no debemos dejarla morir.
Con las políticas puestas en marcha por el anterior gobierno, las plazas universitarias se han vinculado a la tasa de reposición; en los primeros años de aplicación de esta limitación sólo se cubrían el 10 % de las jubilaciones. Esto ha conducido de forma inexorable al envejecimiento de la plantilla y a que muy poca gente joven se haya podido incorporar a la Universidad. También es verdad que mientras se ha asfixiado a la universidad pública, se han concedido numerosas autorizaciones para poner en marcha universidades privadas que en muchos casos han absorbido al capital humano formado en la pública y que no ha podido encontrar en ella su sitio. No sé si el actual gobierno tiene intención de poner en marcha políticas más racionales y de impulso de la Universidad pública, pues este tema no ha estado presente en ninguna de las dos campañas electorales, ni es noticia casi nunca en los medios. Pero si no toma medidas, estará finiquitando un pulmón muy necesario para la sociedad.
Y llegados a este punto, ¿saben lo que me gustaría? Que las universidades nos convirtiéramos en un lugar incómodo para los que no nos respetan. Que denunciáramos siempre que tuviéramos ocasión las políticas neoliberales suicidas; políticas que terminan con la vida de la gente común al tiempo que fortalecen a los de siempre, grandes grupos económicos. La Universidad, a la postre, siempre fue eso. Que se lo digan a Miguel de Unamuno, ilustre rector que fue de la Universidad de Salamanca, cuando asolado por la barbarie de la guerra, se atrevió a decir a Millán Astray, “Venceréis pero no convenceréis”. Esa es la Universidad que necesitamos. Aquella que denuncie y haga frente a la sinrazón. Para estar callados ya tendremos tiempo.

Comentarios { 0 }
Política de privacidad
Studii Salmantini. Campus de excelencia internacional