Para empezar
la vida, y luego tú.
Apareciste cuando no te esperaba,
ni siquiera supe si era amor o la esperanza.
Poco a poco, como el agua,
horadaste mi vida
Desde tus entrañas
se fue tejiendo el nuevo sol
de mis mañanas,
y un nuevo color nos conquistó.
No te esperaba,
y sin embargo de tu savia nació
todo: la vida, el amor y las mañanas
P. S.: Un poco de poesía del alma, para desintoxicarse de tanta prosa… Es bueno volver a escribir poesía de vez en cuando. Y hoy es casi una necesidad porque entre tanta noticia de corrupción, naufragios, insensibilidad, esto ayuda a suavizar las horas.
