No se asusten. Es un juego de palabras. Sólo un juego de palabras.
Mañana iniciamos un nuevo curso. Después de tres cursos con distintas limitaciones por la pandemia, este será el primero sin ninguna restricción. Todo será igual que antes de la pandemia. Aunque bien sabemos todos que después de la pandemia ya nada será igual. Ya hemos incorporado a nuestro ideario la frase antes de la pandemia / después de la pandemia como punto de inflexión que subraya la fuerza con que esta ha pasado por nosotros.
Pero a las puertas de este nuevo curso, con tantos datos pesimistas que se ciernen por doquier, con la inflación por las nubes, con una guerra que sigue diezmando vidas, con una crisis climática que solo los negacionistas de todo se atreven a poner en duda, con todo eso, hay que encontrar la fórmula para que en las aulas nuestros estudiantes encuentren estímulos no sólo para la supervivencia, sino para la resistencia. Porque en estos tiempos convulsos que vivimos si algo ha quedado claro es que ningún derecho está a salvo de ser vulnerado y que cada vez existen más razones para formar ciudadanos conscientes de sus responsabilidades sociales.
Así que desde el Derecho Internacional Privado en este primer cuatrimestre, hasta el Derecho de extranjería y la Clínica Jurídica de Acción Social del segundo, pondré a disposición de mis estudiantes conocimientos, sí, pero también herramientas poderosas como son la capacidad de cuestionar lo preestablecido y la necesaria toma de conciencia de que todos y cada uno de ellos son actores protagónicos para que el futuro se escriba desde la esperanza. A ello nos encomendamos. Buen inicio de curso para todos/as.