La Kristallnacht, la Noche de los cristales rotos, fue testigo de la destrucción en una sola noche de más de un millar de sinagogas, del saqueo de decenas de miles de tiendas y hogares judíos y de la captura de más de 30.000 hombres judíos que fueron conducidos a campos de concentración. Marcó el comienzo de la erradicación sistemática de un pueblo cuyos orígenes en Alemania se remontaban hasta el tiempo de los romanos, y fue un siniestro anuncio del Holocausto que habría de venir a continuación. Ningún otro ataque contra los judíos durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial fue tan ampliamente publicitado por observadores contemporáneos.
Entre obras existentes al respecto cabe destacar la de Martin Gilbert, “la noche de los cristales rotos. El preludio de la destrucción”. Madrid. S. XXI. 2008.
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