Son días para hacer balance de lo acontecido. De un año que para mí ha sido distinto. Especial por muchas razones.
El 2025 para siempre será el año que obtuve la Cátedra de Derecho Internacional Privado en la Universidad de Salamanca. Nunca me atreví a soñar con este honor. Espero poder estar a la altura. Pero sin impostura puedo decir que en el camino nunca visualicé esta meta. Mi afán, tras conseguir la Titularidad, fue (y lo sigue siendo) desarrollar mi trabajo docente e investigador desde el compromiso social. Ahora, con más fuerza lo seguiré haciendo.
Porque en el 2025 también ha echado a andar la Asociación Red de Aprendizaje-Servicio de Profesores y Profesoras de la USAL. Nace del compromiso de muchos compañeros y compañeras que creen que desde la docencia se puede contribuir a hacer un mundo mejor. Qué suerte poder compartir este camino con cada vez más compañeros/as. Estoy convencida de que en el 2026 vamos a poner en marcha grandes proyectos. Sueño con una Universidad con vocación social, comprometida con los Derechos Humanos, que sepa aportar valor humanístico a la formación. Y ahí, desde la Clínica Jurídica de Acción Social, el próximo año tenemos mucho que celebrar porque alcanzamos los diez años de vida. Coinciden con la celebración del V Centenario de la Escuela de Salamanca. En marzo de 2026 tenemos programados dos grandes eventos. Uno desde la AEPDIRI (II Jornada de Innovación Docente) y otro desde la Clínica Jurídica de Acción Social (Encuentro de las promociones de estudiantes que han pasado por la Clínica).
Este 2025 también hemos puesto en marcha “La barraca de los derechos”. Dimos en Juzbado el primer paso. Y en el 2026 ya lo podremos desarrollar de forma completa.
Hemos sembrado mucho durante 2025 solicitando distintos proyectos que ojalá fructifiquen.
En realidad, si 2025 ha sido un año de consolidación en algunos aspectos, 2026 está llamado a ser un año de desarrollo de nuevas iniciativas. Con muchas ganas, lo esperamos.
Espero que para todos este año que llega sea un buen año. Sin duda, habrá que pelear con todas las fuerzas para que la involución que en algunos niveles ya estamos viendo no avance. Contra ello no hay mayor antídoto que la cultura y el conocimiento. Así que pongámonos a ello.












