Eureka en el Museo de Ciencias Naturales, un lugar de visita imprescindible

Museo Nacional Ciencias Naturales

He visitado en varias ocasiones el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Está en la calle José Gutiérrez Abascal, en el centro del Madrid moderno (al lado de Nuevos Ministerios). Es facil confundirlo con la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial pues forma parte de un mismo edificio (o eso parece). Le hemos dedicado el programa de EUREKA que puedes escuchar AQUÍ o en IVoox.

La historia del Museo Nacional de Ciencias Naturales comenzó el 17 de octubre de 1771 cuando Carlos III fundó el Real Gabinete de Historia Natural. Se trataba de una institución dedicada a la difusión y desarrollo de la historia natural en España que pretendía rivalizar con los gabinetes de curiosidades, muy populares en la Europa ilustrada del siglo XVIII. Desde entonces su prestigio y contenido no ha dejado de crecer. A su labor museística, con amplias colecciones relacionadas con la naturaleza, de las que solo una parte está expuesta al público, se añade una labor investigadora de la que veremos un ejemplo en la segunda parte del programa

En la primera parte del programa realizaremos un recorrido virtual por el Museo. Nuestro guía es Luis Barrera, biólogo, excelente divulgador científico del Museo, con gran conocimiento sobre sus colecciones y actividades investigadoras. Aprovecharemos para hablar de biodiversidad, de especies extintas de las que se conservan ejemplares en el museo y dedicaremos un tiempo hablar de meteoritos caídos en España. Hay una en particular que me llamó mi atención pues cayó en 1926, en Ojuelos Altos-Fuente Obejuna a pocos kilometros de donde nací.  Investigué su origen y me encontré con una historia fascinante, sobre la que escribí un artículo: Disputas por el meteorito de Ojuelos Altos 1926.

Meteorito Ojuelos Altos 1926

En la segunda parte del programa hablamos con Manuel Salesa, del Departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Ciencias Naturales–CSIC, sobre un el descubrimiento de un fósil de una especie de depredador, recogido en un artículo  en The Anatomical Record, del que es primer firmante. A esta nueva especie de depredador se le ha denominado Prodissopsalis jimenezi, en honor del profesor de la Universidad de Salamanca, Emiliano Jiménez, recientemente fallecido,  pionero en el estudio del Eoceno de la Cuenca del Duero, que dirigió las excavaciones en Mazaterón a finales de la década de 1980 y principios de la de 1990.

“Durante el Eoceno medio, hace unos 40 millones de años, la zona noroeste de la península ibérica quedó geográficamente aislada tanto del resto de zonas peninsulares como de Europa, actuando como refugio para la fauna de vertebrados y dando lugar a nuevas especies exclusivas de esa zona. La cuenca del Duero ha proporcionado información abundante sobre la fauna que habitó España durante el Eoceno pero, aunque existen algunos trabajos publicados sobre reptiles y mamíferos herbívoros, hasta el momento no existía información relevante sobre la presencia de mamíferos depredadores”

El estudio de M. Salesa y otros se ha centrado en un fósil excepcional, una mandíbula correspondiente a un individuo juvenil que posee parte de la dentición de leche junto a algunas piezas definitivas, lo que ha permitido inferir el patrón de erupción dental de estos primitivos depredadores. Es muy instructivo la descripción que nos hace de la cantidad de información que se ha obtenido a partir del analisis de la mandibula por tomografía axial computerizada (los famosos TAC que se utilizan en los grandes hospitales).

 

guillermo
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