El pasado 8 de septiembre se celebró el 500 aniversario de la finalización de la primera vuelta al Mundo, el viaje mas épico que nunca se haya realizado.
Colón había muerto en 1506, sin aceptar que había descubierto unos años antes, en 1492, un nuevo continente. De eso hace ya 530 años. Los viajes al nuevo mundo se suceden con extraordinaria rapidez. En 1513 Núñez de Balboa atraviesa el istmo de Panamá y llega al Pacifico (el Mar del Sur). Queda claro que estamos en un mundo de océanos y no de mares cerrados. La Corona Española se empeña en alcanzar las Indias (el Moluco), pero para ello había que encontrar un paso marítimo y ser capaz de volver. Juan Diaz de Solís lo intenta llegando al Rio de La Plata. Desde ahí es un mundo inexplorado. El sueño de Colón de llegar a la isla de las Especias continua.
Una nueva expedición comandada por Fernando de Magallanes lo va a intentar. De hecho, se pretende que vuelvan cargados con especies que superen el coste del viaje. Tienen un requisito: No pueden adentrarse en aguas portuguesas.
El 20 de septiembre de 1519 zarparon de Sanlúcar cinco naos con 244 hombres, marineros, oficiales, soldados, especialistas de diversos oficios, grumetes, pajes y criados. Al mando Fernando de Magallanes, su destino Las Islas de las Especias. En su mente siempre tuvo claro que o alcanzaba el objetivo o moriría en el empeño, como ocurrió. Lo remplazaría Gonzalo Gómez de Espinosa y Juan Sebastián Elcano. Este último tenía una ambición mayor: “Recorrer y descubrir toda la redondez del mundo”, objetivo que cumplió al llegar a Sevilla junto con otros 17 hambrientos y extenuados marinos el 8 de septiembre de 1522, hace 500 años.
Hubo otro personaje tan épico como los anteriores, sobre el que Tomas Mazón acaba de publicar un libro: Gonzalo Gómez de Espinosa, que consiguió regresar a España en 1527 después de haber permanecido preso de los portugueses en Asia. Había sentado las bases del tornaviaje que años después se convertiría en la ruta normal que uniría Filipinas y América en la mítica ruta de El Galeón de Manila.
La tripulación estaba formada por personajes con vidas épicas. Entre ellos me llama la atención Enrique de Malaca, que era siervo de Magallanes que probablemente había nacido en Sumatra y había viajado por las Molucas antes del viaje, por eso lo llevaba Magallanes para que sirviese como interprete, desertó y contribuyendo a la conspiración de Cebú, quizas por los maltrato que recibió tras la muerte de Magallanes. Probablemente fue la primera persona en completar una vuelta al mundo.
Una de las personas que más ha estudiado este viaje es Tomas Mazón Serrano y ha desarrollado la mejor web sobre este fascinante viaje: rutaelcano.com. Lo hemos entrevistado en radio.usal.es. Puedes ver la entrevista AQUÍ y escuchar AQUI o Ivoxx. En palabras de Tomas Mazón: “No cabe mayor heroicidad, capacidad de sacrificio y audacia. Con su regreso, estos 18 hombres no solo entraron al puerto de Sevilla, sino que lo hicieron para siempre en la Historia de humanidad.”
El viaje no habría sido posible sin el conocimiento científico que tenían los marinos que lo dirigieron. No dudaban de la esfericidad de la Tierra y sabían orientarse en la inmensidad de océanos desconocidos tomando como referencia el Sol y las estrellas. En este sentido es sensacional el piloto Francisco Albo que en su Derrotero dejó transcrito con extraordinario detalle la ruta seguida u un cronista excepcional Antonio Pigafetta.
Los matemáticas de Magallanes
Un sección magnifica de rutaelcano.com es la que dedica a lo que Mazón llama “Las matemáticas de Magallanes“. Lo mejor es visitarla pero si tengo que seleccionar lo mas importante es el analisis que realiza de Memorial atribuido a Fernando de Magallanes en el que se justifica la pertenencia de las Molucas a España (AGI,PATRONATO,34,R.13) en el que concluye que Magallanes subestimó las dimensiones de la Tierra alrededor de 5200 km (perímetro de 34800 km frente a 40000 km a la altura del ecuador). Esto tiene una capital importancia, la mas importante es que con la estimación de Magallanes las Molucas estarían, de acuerdo al tratado de Tordesillas, en dominio español, y es posiblemente la razón fundamental de su viaje, con cuyo argumento había convencido a Carlos I. Cuando llegó y comprobó que no era así debió caer en la desesperación, quizas eso explique su comportamiento que le llevo a su propia muerte en un acto que podemos considerar suicida.
Los cielos en el Hemisferio Sur
Un aspecto fundamental del viaje es que gran parte de él se realiza por el hemisferio sur, donde se pierde la referencia e la estrella polar que permite determinar con facilidad la latitud en el hemisferio norte. En el hemisferio sur no existe una estrella equivalente, se suelo referenciar la Cruz del Sur que es una constelación, pero realmente la latitud se determinaba utilizando el Sol.
Hace pocos años visité la el Estrecho de Magallanes y encontré que alguien (desafortunadamente no recuerdo su nombre), a título personal, había construido una replica a tamaño real de la nao Victoria, que muestro en las fotos de abajo.
El mismo viaje me sirvió para comparar el cielo visto desde Salamanca con el de Valparaíso que está aproximadamente a los mismos grados de latitud, pero en Sur y encontré alguna sorpresa, la variación del campo magnético: El cielo del hemisferio sur a simple vista
También me tuve que enfrentar a criaturas desconocidas, pero eso es otra historia.
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