EUREKA. Chernóbil: de catástrofe nuclear a reserva de la biosfera

Tras el accidente de Chernóbil  el ocultismo inicial y la carga emocional que genera lo relativo a la radiactividad y lo nuclear, impidieron una análisis objetivo del accidente. Se convirtió en un campo abierto a la especulación y propaganda donde el activismo antinuclear impusieron sus “datos” (supuestamente miles de muertos)  asumidos como verdad por los medios de difusión anulando los estudios realizados por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud quien denunció los negativos efectos psíquicos que sobre la población tiene la difusión de especulaciones no basadas en los hechos. Paradójicamente sobre la zona de exclusión la vida se extiende e investigadores sobre el terreno pretenden aprender de ello. Es el caso de  Germán Orizaola, investigador del CSIC, que ha pasado largas temporadas en la Zona de Exclusión y nos habla de su experiencia. Para escuchar el programa pulsar AQUÍ o  descargarlo de iVoox (suscribirte AQUÍ). También recomiendo el reportaje de la que BBC que podéis ver   AQUÍ,  sobre las personas que nunca se fueron de Chernóbil.

 

Fuente: Los lobos de Chernóbil y  El misterio de los caballos salvajes de Chernóbil

El 26 de abril se cumplieron 35 años del accidente en la central nuclear de Chernóbil, en Ucrania, entonces parte de la Unión Soviética. En el reactor 4 de la central hubo una explosión de vapor que liberó gran cantidad de sustancias radiactivas. En torno a la central se estableció una zona de exclusión de acceso restringido de 4 700 km² que se extiende entre Ucrania y Bielorrusia.

Las predicciones iniciales señalaban que, debido a la contaminación radiactiva, la zona iba a ser un desierto para la vida, pero 35 años más tarde numerosos estudios han señalado que en Chernóbil vive una diversa y abundante comunidad animal. Un gran número de especies amenazadas tienen hoy su refugio en la Zona de Exclusión de Chernóbil . Según nuestro entrevistado: “En Chernóbil existe la oportunidad de preservar un área de una extensión casi única en Europa como lugar dedicado no solo a la memoria del accidente, sino también al estudio y conservación de la naturaleza. El mantenimiento de esta gran superficie será vital para la conservación de multitud de especies amenazadas.”

Existen proyectos para declarar la Zona de Exclusión  reserva de la biosfera.

Sobre las consecuencias del accidente para las personas

La mala actuación de las autoridades los días posteriores al accidente mostraron la situación caótica en la que estaba la Unión Soviética. La total falta de trasparencia dio pábulo a todo tipo de especulaciones, muchos de las cuales  aún persisten, como que el accidente produjo miles de muertos,  a pesar de que contradicen lo que recogen los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA, ONU). Según estos informes, como consecuencia de la explosión inicial resultaron muertos 31 personas (2 de forma inmediata y el resto los meses siguientes).  La contaminación provocada por el accidente causó cánceres de tiroides, sobre todo niños. De los 5000 afectados la mayoría se recuperó.

A la OMS ha alertado sobre las consecuencias no derivadas directamente de la radiación:  “…Muchos de ellos sufren niveles más elevados de ansiedad, síntomas físicos muy diversos sin explicación médica y una mala salud subjetiva en comparación con los habitantes de zonas no expuestas. La OMS recomienda que se emprendan nuevas iniciativas para facilitar al público y a los profesionales pertinentes información precisa sobre las consecuencias de la catástrofe en la salud, en el contexto de los esfuerzos encaminados a revitalizar a las poblaciones y zonas afectadas por el accidente de Chernóbil. ”

Sobre los efectos genéticos, recientemente se ha publicado  un amplio estudio liderado por el National Cancer Institute  que podéis leer AQUÍ,  que concluye: “Estudios genéticos sobre dos generaciones  que están en la zona más afectada por Chernóbil … sugieren que la exposición a la radiación ionizante del accidente tuvo un impacto mínimo, si es que tuvo alguno, en la salud de la generación siguiente.”

El gobierno ucraniano mantiene una web con información sobre los niveles de contaminación en Ucrania, y otra información: http://radatlas.isgeo.com.ua/

 

Chernóbil: cómo viven quienes volvieron a la zona del peor accidente nuclear de la historia (BBC)

Tras la serie Chernóbil (que algunos olvidan que es eso: una ficción) más de 200 000 personas visitan anualmente la central siniestrada  y la fantasmagórica ciudad de Pripyat, a pocos km de la central.  La noria situada en un parque de Pripyat  se convirtió en la imagen utilizada sistemáticamente por en reportajes dramáticos sobre Chernóbil. Normalmente mezclan la noria con el sonido de niños jugando, desafortunadamente esto no ocurrió pues nunca llegó a funcionar, el parque todavía  no se había inaugurado cuando ocurrió el accidente. En pocas ocasiones se sale del tópico para hacer verdaderos documentales que recojan la realidad de la zona. Uno de ellos es el realizado por la BBC donde se muestra los pocos centenares de personas que se negaron a establecerse fuera de la zona de exclusión. En los primeros días siguientes al accidente abandonaron el área, pero poco tiempo después volvieron y allí continúan, han tenido hijos y nietos que no presentan anormalidades a pesar de haber vivido un una zona contaminada.  El reportaje de la BBC lo podéis ver en:

https://www.youtube.com/watch?v=BWQNETpjPMM

El accidente Chernóbil fue muy grave pero está lejos de ser el mayor desastre industrial, de algunos de los cuales, como el olvidado Bhopal,  aún persisten sus efectos: “Hay una zona olvidada en India desde que una catástrofe detuvo el tiempo en la planta de pesticidas de Union Carbide, en la ciudad de Bhopal. Era la noche del 2 de diciembre de 1984, cuando un accidente provocó una fuga de más de cuarenta toneladas de gases tóxicos, acabando con la vida de entre 5.000 y 25.000 personas. Los efectos: el agua sigue contaminada y los niños siguen experimentando malformaciones fruto de los gases que fueron expulsados hace [mas de] 35 años ”.

En España tuvimos un suceso, del que ahora hace 40 años, que sesgó muchas más vidas y dejó más secuelas sobre las personas que Chernóbil, me refiero al fraude alimentario del “aceite de colza”, que no era tal aceite pero creó en el inconsciente colectivo una asociación de aceite de colza y muerte.

 

 

 

guillermo
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