En este programa de eureka que puedes escuchar pulsado AQUÍ entrevistamos al profesor Alfonso Domínguez-Gil Hurlé, Catedrático Emérito de nuestra Universidad, que conjuntamente con Paulo Teixeira da Silva acaban de publicar el libro “Medicamentos falsificados. Todo lo que debemos saber”. Los autores abordan la falsificación de medicamentos, un asunto poco conocido, de una dimensión económica considerables y con unas implicaciones graves sobre la salud. Además de preguntarle sobre el libro aprovecharemos para tratar otros asuntos relacionados con el mundo de los medicamentos como son: el alto coste de algunos tratamientos, el proceso seguido para que un medicamento se comercialice, la homeopatía, …
El libro puede adquirirse escribiendo un correo a: libromedicamentosfalsificados@gmail.com, el coste es de unos 20 euros.
La falsificación de medicamentos no es un asunto nuevo. En el libro nos cuenta que su práctica se remonta a varios siglos atrás. Hay casos bien documentados como fue la falsificación de la quina en el siglo XVII. El descubrimiento de la corteza de quina dio un gran impulso a su comercialización. La quina más apreciada era la procedente de los bosques de Loja en Ecuador, región que monopolizó la producción de quina de calidad hasta la mitad del siglo XVIII. Se ha comprobado que en 1720 había comerciantes que certificaban como corteza de quina procedente de Loja productos de baja calidad de otros orígenes.
En la actualidad las falsificaciones llegan por su apariencia a ser indistinguibles del producto original, incluso se ha llegado a falsificar códigos de barra, como ocurrió en envases de insulina detectados en Argentina. Uno de los productos falsificados más vendidos por internet es la Viagra. Según el Instituto de Medina: “Los medicamentos falsificados son ya un problema de salud pública al comprometer la eficacia y seguridad de los tratamientos farmacológicos, pero, además, generan desconfianza en los sistemas de salud y en los profesionales sanitarios y perjudican a los objetivos e intereses de la industria farmacéutica” Se estima que el 50% de los medicamentos vendidos en Internet son falsificados y 97% de las farmacias que operan en Internet son ilegales. Los medicamentos falsificados no ofrecen las suficientes garantías en relación con el cumplimiento de las especificaciones que definen la calidad farmacéutica.
Las consecuencias de la utilización de medicamentos con baja calidad farmacéutica son numerosas: fracasos terapéuticos, resistencia a los antimicrobianos, efectos adversos e intoxicaciones, pérdidas económicas para las empresas, pérdidas de confianza de los profesionales sanitarios, pérdida de confianza de los pacientes y riesgos para el sistema de salud.
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