Ayer en el laboratorio, hemos aprendido/experimentado el principio de Pascal, que dice que la presión ejercida sobre un fluido, se reparte de manera uniforme por el mismo, y en todas las direcciones. De todos los experimentos que hicimos para comprobar este principio, el que más me llamó la atención fue el diablillo de Descartes. Para aquél que no sepa nada de física, sería como un truco de magia.
Para realizar el experimento se necesita una botella de agua (o una probeta) y un frasco pequeño, como el de las muestras de perfume. Se introduce el frasco, con un poco de agua, bocabajo en la botella llena de agua, y se ésta última cierra con el tapón. En esta situación, el frasquito esta situado en la parte superior de la botella, puesto que como tiene aire en su interior, está flotando. Si se aprieta ligeramente la botella, el frasquito baja hasta el fondo de la misma. ¿Por qué ocurre esto? Por el principio de Pascal. Al apretar la botella, estamos ejerciendo presión en el fluido, en todas las direcciones. Entonces, el agua se va a desplazar hacia la única zona de menor presión que hay dentro de la botella, que es el huequito de aire dentro del frasco. Si aumenta la cantidad de agua dentro del frasco, aumenta el peso de éste, y dejará de flotar, hundiéndose así en el fondo.
Para darle más misterio, puedes decirle a los alumnos, que el frasquito está atado a una cuerda invisible (como nos dijo nuestra profesora), y que si tiras de ella, el frasquito bajará.
Si lo haces con una probeta, asegurate de que está completamente llena de agua. Para que baje el frasco, debes poner la palma de tu mano encima de la probeta, procurando que no salga nada de agua, de modo que ejerzas presión y entonces, el frasco se hundirá.
Aún no hay comentarios.