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Universidad de Salamanca
Judit G.F
Profesora de Educación Secundaria - Física y Química
 

El debate en el aula

Durante la tarde del lunes, hemos realizado una serie de debates en el aula. Las profesoras, Cristina Prieto y Loli Merchán, han diseñado la actividad utilizando metodologías activas, el trabajo colaborativo y la evaluación por rúbricas. Según (Reverter, 2018)[1], el debate no debe entenderse como una mera confrontación o discusión en la que, al final de la sesión, deba de haber un ganador. El debate académico se define más bien como “un proceso en el que considerar múltiples puntos de vista y alcanzar un juicio”. Es decir, lo que se pretende es que el alumno aprenda o mejore su argumentación a la vez que desarrolla su sentido crítico. Además, el debate académico pude servir como herramienta de evaluación puesto que le brinda al alumno la oportunidad de demostrar su dominio sobre cierto tema. Al mismo tiempo, trabaja la competencia lingüística, dado que los alumnos se verán obligados a expresarse de la forma más clara posible. Por otro lado, el hecho de tener que adoptar varios puntos de vista para rebatir o afirmar un argumento, desarrolla el sentimiento de empatía. Finalmente, el respeto de los turnos de palabra, así como el respeto a la hora de la comunicación, sería un modo de evaluar, en parte, la competencia moral y cívica de los esudiantes.


WhatsApp Image 2020-03-09 at 20.44.11WhatsApp Image 2020-03-09 at 20.46.27 (1)El debate llevado a cabo en el aula, ha cumplido con todas las exigencias que nos dice la teoría para que sea una herramienta útil tanto a nivel didáctico como evaluativo. Las intervenciones no podían sobrepasar el límite de tiempo de  1 min- 59 s. La evaluación tenía en cuenta el nivel de conocimiento sobre el tema, las diversas fuentes consultadas para informarse de dicho tema, el respeto del turno de palabra, la calidad argumentativa, y la coherencia de la argumentación con el hilo del debate.

Además, el uso de distintos roles en un mismo grupo me parece  muy positivo. Había opción de defender una postura a favor  o en contra, y de moderar un debate. Cuando los distintos roles se ponen en común, se evidencian los matices entre ellos, si bien la labor de buscar información es similar para todos los integrantes del grupo. El punto de vista de las posturas “a favor” y “en contra” son distintas. Por otro lado, los moderadores no buscan argumentos, sino que han de mantener una actitud neutral, y buscar información objetiva.

 

[1] Reverter, L.D. (2018). El debate académico como instrumento educativo en la enseñanza secundaria.

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