La expansión de Internet no tiene precedentes en la Historia. Internet es una invención colectiva. Probablemente el hito fundamental que permitió la llegada al gran público fue la idea de Tim Berners-Lee, en 1991, de unir hipertexto e Internet, haciendo muy sencilla la navegación por Internet
El boom de internet se produce a partir de 1995 con los primeros navegadores como Mosaic o Netscape. Desde entonces su crecimiento ha sido exponencial, particularmente desde que los teléfonos móviles se integraron en Internet. Se estima que 1995 unas 50 millones de personas eran usuarias de internet, hoy seremos al menos 4000 millones.
Desde hace unos años cada usuario esta a su vez conectado por internet varios dispositivos (móviles, impresoras, televisión inteligente, …) y cada vez son más, en pocos años serán cientos. Esta conexión entre dispositivos se conoce como “Internet de las Cosas” o “IoT”, por sus iniciales en inglés. Para hablarnos de ello hemos entrevistado a María Jesús Martín, Catedrática de Electrónica en la Universidad de Salamanca. El programa lo puedes escuchar AQUI.
De las primeras centrales telefónicas a los móviles
Las primeras centrales telefónicas, hacia 1880, eran completamente manuales de forma que el operador tenía que poner en contacto las líneas de origen y destino conectando adecuadamente las clavijas correspondientes. El operador conectaba su propio teléfono a la línea de origen, preguntaba el número de la línea de destino y se ponía en contacto con la central del abonado solicitado. El operador de ésta determinaba la línea de conexión por la que iba a efectuarse la comunicación, le informaba de ello al operador de origen y por fin se realizaban las conexiones y se establecía el contacto solicitado. Mediante un contador de impulsos (pasos de teléfono) se establecía el coste de la llamada.
A medida que fue aumentando el número de líneas telefónicas la complejidad de las centrales fue creciendo y el trabajo del operador resultaba extenuante. Los conmutadores mecánicos dieron paso a los electromecánicos o relés electrónicamente controlados. Estas centrales semiautomáticas dieron lugar posteriormente a las centrales digitales, que manejaban millones de llamadas automáticamente. El sistema creció en complejidad cuando algunas llamadas empezaron a hacerse a través de móviles. La primera llamada desde un teléfono móvil se realizó en 1973 mediante un teléfono de casi un kilogramo, medía 33 cm de altura, tardaba 10 horas en cargarse y tenía media hora de autonomía. Su precio equivalente a día de hoy sería de unos 7 200 €. Hoy hay más móviles que líneas fijas. A veces se utilizan parar hablar.
Internet mas que ordenadores y teléfonos
En una casa de un país desarrollado es frecuente que se tengan 8 o 10 dispositivos conectados a internet, muchos de ellos sin que quienes viven en la casa sean conscientes de ello. Por ejemplo: si tiene una impresora inalámbrica, una aspiradora inteligente o si tiene algunas de sus lámparas o el equipo de música conectado a Alexa o al Asistente Google, todos estos artilugios están conectados a internet.
Es probable que en muy pocos años en cualquier casa haya cientos incluso miles de dispositivos conectados a Internet. El número se multiplica si además de las casas pensamos la cantidad de objetos conectados a Internet en las empresas, en medios públicos, hospitales, y en todos sitios: desde vehículos a la red eléctrica, las comunicaciones con los bancos, el contador del agua, el de la luz, casi cualquier cosa donde haya un cable o una wifi de por medio.
En una gran superficie las pegatinas con códigos de barras y códigos QR están siendo sustituidas por otras que llevan un microprocesador minúsculo conectado a internet.
Interconectar estos dispositivos supone un reto sin precedentes, e introduce riesgos inimaginables ¿Qué mejor forma de adueñarse de una persona o de un país que dominar los dispositivos a los que está conectado, incluyendo cuentas bancarias?
Los riesgos no puedan parar el desarrollo, pero hemos de poner medios para disminuirlos preparándonos para ello.
La Colección de Instrumentos Docentes y Científicos de Física de Salamanca, una visita imprescindible
En la Facultad de Ciencias, dentro del Claustro del Edificio de la Merced (Físicas), de Salamanca, se ubica la Colección de Instrumentos Docentes y Científicos de Física, que forma parte del Patrimonio Histórico de la Universidad de Salamanca, debida a la iniciativa de nuestra entrevistada de hoy María Jesús Martín y de otros profesores
Arrinconados, depositados en despachos, desperdigados en los laboratorios y dependencias de la Facultad de Ciencias se hallaban diversos aparatos científicos con escasa información que los identificase. Desde su ubicación original han ido recopilándose para formar un inventario de casi un centenar de objetos, muchos de ellos de un gran valor científico y patrimonial por su antigüedad, siglos XIX y principios del XX.
Inicialmente se seleccionaron una serie de piezas fabricadas con anterioridad al siglo XX de carácter esencialmente docente y cuya estética es perfectamente identificable por su cuidada construcción en madera y latón. El desarrollo de estos equipos del siglo XIX obedece al gran interés despertado por los diferentes descubrimientos científicos de la época (telégrafo, ley de Faraday, etc.). Se completa la colección con un conjunto de piezas de la primera mitad del siglo XX.
Esta colección está especialmente dirigida a los alumnos de la Facultad de Ciencias, pero también a los alumnos de otras Facultades, a alumnos de la Universidad de la Experiencia, de Educación Secundaria y Bachillerato, alumnos de posgrado y de cursos extraordinarios. Y por supuesto, a todas aquellas personas a quienes les atrae y les gusta la Física y su historia.
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