En la Luna, recuerdos inolvidables

Acabo de visitar el Museo de Historia Natural de Nueva York (American Museum of Natural History). En una sección dedicada al Universo hay una vitrina que contiene un objeto verdaderamente excepcional: una roca lunar traída por una de las 6 misiones Apolo que, entre julio de 1969 y diciembre de 1972,  llevaron a 12 hombres a la superficie de la Luna. Es una roca muy especial: contiene una proporción de helio-3 unas tres veces mayor que las que tiene las rocas de la superficie terrestres,  consecuencia del bombardeo por el viento solar sobre superficie lunar durante miles de millones de años. Si las rocas terrestres contuviesen tanto helio-3 quizás ya dispondríamos de energía de fusión. No es la única característica que hace a estas rocas especiales, el análisis de los 380 kg de rocas que trajeron los Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17, nos ha enseñado mucho sobre la formación de la Luna y, por ente, de la Tierra. Por ejemplo: que el sistema Tierra-Luna es fruto del choque de dos prototierras hace 4550 millones de años.

La contemplación de la roca me retrotrae a hace 50 años cuando, siendo un niño, seguía con pasión las misiones lunares. Sé que cada momento es irrepetible: cuando contemplo un amanecer pienso que ese mismo amanecer no se repetirá, cuando tengo un encuentro casual con una persona soy  consciente de que podría no haber ocurrido  si no hubiese estado en ese mismo sitio un segundo antes o uno  después y a veces uno de esos encuentros pueden cambiar el curso de la vida. Son sucesos importantes para mi pero intrascendentes para el resto.Pero hay rarísimos instantes que compartimos gran parte de la Humanidad. Así fue el que vivimos los que teníamos uso de razón un 20 de julio de 1969 cuando dos seres humanos alunizaron por primera vez. Para mi tiene un significado  muy especial pues la carrera espacial era mi pasión de niño. Aprendí a leer periódicos  en el casino de mi pueblo absorbiendo lo que sobre los Apolo publicaban,  en particular el ABC e Informaciones (desaparecido hace años). De esta realmente histórica misión me quedaron grabado varios hechos que estos días de conmemoración se han pasado por alto.

Lo primero es destacar que lo verdaderamente importante fue el alunizaje mismo, muy por delante del paseo lunar. Este se produjo aproximadamente a las 21:15 hora de la España peninsular (que corresponde a las 20:15 UHC, entonces aún no existía el horario de verano), en los últimos minutos la misión estuvo a punto de abortarse por dos hechos:

i) Uno de los dos ordenadores del módulo lunar indicaba repetidamente una señal de fallo (código 1202) que llevó a Armstrong a preguntar al control de misión qué debía hacer. Esperó unos segundos interminables, los que tardaron los técnicos en comprobar que el código de la señal podía pasarse por alto.

ii) El modulo lunar (llamado Eagle) se desvió 5,6 km del punto de alunizaje previsto situándose sobre un  cráter rodeado de rocas.  Armstrong decidió pilotar manualmente el modulo lunar hasta encontrar un lugar apropiado para el alunizaje. Cuando lo hizo solo le quedaban unos 15 segundos de combustible (posteriormente se comprobó que era algo más).

Nada más alunizar Armstrong, después de unas frases llenas de jerga técnica, dijo: «aquí base de la Tranquilidad, el Águila ha aterrizado». Para mi ese instante (21:15 del 20 de julio) es el verdaderamente histórico, aunque el más popular se produjo a las 03:56 del día 21 (hora español de la época, hoy habría sido a las 04:56).  Lo entiendo así pues cuando volamos, el momento importante es el aterrizaje mismo mientras el avión desacelera por la pista hasta que quedar parado. Creo que a nadie le preocupa el tiempo que permanece en el avión hasta que se abre la puerta para salir de él. Inicialmente el paseo estaba previsto para las 6 de la mañana para permitir a los astronautas Aldrin y Armstrong dormir, pero se adelantó unas 2 horas pues estos no podían conciliar el sueño.

En el tiempo de espera Aldrin, que aparte de piloto experto tenia un doctorado, protagonizó una anécdota: comulgó. Y es que muchos de los astronautas eran muy dados a gestos y  frases con pretensiones trascendentes con referencia recurrentes a Dios. En el Apolo 8, la primera nave tripulada que había orbitado  la Luna en la navidad de 1968, su comandante Borman leyó varios versículos del Génesis. Neil Armstrong se alejaba de este lenguaje, casi toda su conversación era de contenido técnico y muy parca. En las ruedas de prensa, que obligatoriamente tenía que dar, solía contestar con frases muy cortas. Cuando antes del viaje se le preguntó si se sentia un nuevo Colón respondió que esperaba no serlo pues el, a diferencia de Colón, sabía dónde iba. Era un hombre extraordinariamente modesto, hoy diríamos que era poco mediático. Después del viaje a la Luna se vio obligado a dar una gira publicitaria por 24 países. Apenas dio entrevistas durante su vida, una de las escasas que concedió fue a J.M. Iñigo en 1979 que se refería a él como un personaje huraño.

Cuando a sus compañeros se les preguntó si estuviesen en una isla desierta con quién de los astronautas le gustaría estar, ninguno eligió como compañero a Armstrong por ser poco locuaz. Sin embargo, había un consenso que si de lo que se trataba era de salir de la isla en ese caso el mas apropiado para salir del atolladero era Armstrong.  Personalmente estoy convencido de que será recordado dentro de mil años. Quizás su nombre y el de Einstein sean los que se recuerden de nuestra época. Lo justo es que también lo sea Aldrin, pues ambos formaron parte de la primera tripulación que llegó a la Luna, aunque como dijo  Collins (el astronauta que permaneció en el módulo de servicio orbitando la Luna), poco antes de regresar a la Tierra: fue una empresa colectiva en la que miles de personas trabajaron incansablemente.

Del paseo lunar hay un par de detalles que me llamaron especialmente la atención:

Los astronautas llevaban una botella de plutonio. En ese momento no sabia por qué.  He comprobado que se trataba de Pu-238 destinado a proporcionar energía eléctrica a un sismógrafo que depositaron en la Luna (en la imagen se muestra el dejado por el Apolo 16). Posteriormente una pila similar que llevaba el Apolo 13 les ayudó a disponer de suficiente energía eléctrica para regresar a la Tierra en una misión fallida.

Los astronautas del Apolo 11 colocaron un espejo cerca del módulo lunar. Lo mismo hicieron otras misiones Apolo. Aún continúa utilizándose para reflejar rayos laser emitidos desde la Tierra, gracias a los cuales se sabe que la Tierra y la Luna se separan entre sí a razón de 3,8 cm al año.

Un último recuerdo: poco antes del despegue del módulo lunar Aldrin comprobó que faltaba uno de los interruptores que tenía que accionar. Aldrin pudo activarlo usando un rotulador. Ese es el tipo de soluciones que difícilmente habría encontrado un robot.

Tuve la suerte de vivir ese histórico hecho y nunca lo olvidaré.

 

PD.- Si quieren información detallada del vuelo, y sobre astronaútica en general, lean: https://danielmarin.naukas.com/

 

En el texto me he referido al cambio de horario en la trasmisión de TVE (hoy La 1, la única que se veía en mi pueblo, en Madrid veían además el UHF) por el adelanto del paseo lunar

La programación prevista para el día 20 de junio de 1969  (obtenida de la hemeroteca de La Vanguardia) era la siguiente:

A las 10, Apertura; 10.02, La fiesta del Señor; 11, Concierto; 12, Béisbol. Retransmisión del partido internacional que enfrenta en Barcelona a la Selección Catalana con el Atlético Start; 13.30,Horizontes; 2.02, Club Mediodía; 2.45. Perfil de la semana; 3, Telediario; 3.40, El Virginiano; 4.30, Vuelta Ciclista a Francia: Llegada, en directo, a París. Ultima etapa del «Tour» Montargis-Cretil-París; 5.30, Carrusel del domingo; 6.40-7.22-7.30, Conexión «Apolo XI»; 9.10-9.35, Conexión «Apolo XI»; 9.30, Telediario; 9.50, El tiempo; 10, Vuelta Ciclista a Francia; Resumen filmado; 10.15, Sesión de noche: «Melocotón en almíbar»; 00-15, Telediario; 00.40. Cierre.

Programación prevista para el día 21 de junio de 1969

A las 6.30-6.50, Sumario; 6.50-7.07, Rastreo del lugar del alunizaje; 7.08-11.20,Superficie lunar; 9.50-11.15, Telediario; 10.20-11.45, Cita para septiembre. Nota: Estos espacios se emitirán inmediatamente después de que haya terminado, la anterior retransmisión en directo; 2.02 Panorama de actualidad; 3,Telediario;
3.40, «Apolo XI». Resumen de los acontecimientos que han conducido a la llegada del hombre a la Luna;
4.42, Doce hacia la Luna o La conquista de la Luna desde la antigüedad; 6.30, «Apolo XI», ascenso del módulo desde la Luna; 7.32, Laberinto; 8, España al día; 8.05, El estado de la cuestión; 8.37, Ayer, domingo;
9, Telediario; 9.40, Festival Panafricano. En este Festival, que se celebra en Argel, se reúnen todas las personalidades del mundo de las letras y de las artes de África, América, Europa y Asia; 10.35,
Hora punta; 10.55, El espectador; 11. Mannix. Nota importante: Existe la posibilidad de una conexión para transmitir en directo el ascenso del módulo lunar desde la Luna. El horario, previsto
en principio desde las 18 30 o desde las 20.40, se anunciará oportunamente.

guillermo

2 Respuestas para En la Luna, recuerdos inolvidables

  1. guillermo 2019/07/26 en 10:58 am #

    Amilcar, realmente lo que se describe en el articulo no es otra cosa que la aplicación el C-14 a determinar la antigüedad del marfil, y para ello hay que tener en cuenta la contribución del aparte de C-14 emitido por las explosiones nucleares ocurridas en las décadas de 1950 y 1960 como cuento en mi artículo: http://diarium.usal.es/guillermo/files/2014/02/MundoCientificoMayo1994RelojesNucleares.pdf.

  2. Amílcar A. 2019/07/25 en 6:50 am #

    El relato del alunizaje está perfecto, tiene muchos detalles que no conocia.
    Verlo en un periódico no estaría mal, ya que se habla poco de ciencia y demasiado de otras inutilidades.

    Y cuando hablan de ciencia les falta alguna revisón científica, como en este texto de ElPaís que habla del isotopo “artificial” (?) Carbono-14.

    https://elpais.com/sociedad/2019/07/10/actualidad/1562750433_931969.html

    Pero el artículo aporta información interesante en torno a la utilización de isótopos radioactivos para un cosa tan sencilla como detectar el marfil ilegal.

Deja un comentario


*

Política de privacidad