Desde hace unos años a finales de diciembre suelo escribir un pequeño relato o cuento para felicitar el nuevo año (Pincha AQUÍ para acceder a ellos). Desde hace tres años después de distribuirlo de forma privada los suelo enviar a NAUKAS (la mejor plataforma de divulgación científica en español) donde lo publican.
El que he escrito de felicitación para 2020 le he titulado La Coleccionista de sueños. Recomiendo leer el cuento antes de seguir con los comentarios que hago a continuación. Como en otros relatos he procurado que tenga una base científica, aunque altamente especulativa. En concreto exploro tres ideas:
a) El empleo de implantes cerebrales para conectarse con el exterior. Es una investigación en pleno desarrollo. Ya es posible mover miembros artificiales mentalmente, incluso es posible moverse a través de una pantalla de ordenador moviendo mentalmente el ratón y trascribiendo letras. Estoy convencido que en pocos años la conexiones con los móviles y con otros dispositivos electrónicos se podrá hacer simplemente pensando. En algunos capítulos de la serie Black Mirror aparecen implantes cerebrales.
b) La computación cuántica, de la que en 2019 se ha dado un gran salto, y la inteligencia artificial (IA) están en pleno desarrollo. Por ahora Google va a la cabeza, pero IBM y Microsoft y, seguramente, empresas chinas le pisan los talones. Hacia donde nos puede llevar la computación cuántica y la IA es terra incognita. En el cuento exploro la posibilidad de la computación cuántica e IA trabajen conjuntamente. En el cuento al supercomputador le he llamado EXI ¿por qué?
c) Para darle más interés introduzco un elemento altamente especulativo pero que muchos físicos lo toman muy en serio: La interpretación de Everett de la física cuántica, que ha sido utilizada por varios autores de ciencia ficción como P.K. Dick en The Man in The High Castle. Para entenderla recordemos la aparente paradoja del gato de Schrödinger que se ha contado mil veces.
Supongamos que un gato se encuentra en una caja sellada. En la caja hay un frasco con cianuro de hidrógeno (un gas mortal) y un martillo conectado a una fuente radioactiva. Si se procure un desintegración radioactiva el martillo saltaría rompiendo el recipiente que libera el cianuro y mataría al gato. Pero nadie sabe si se ha producido la desintegración, pues es un hecho aleatorio, hasta que se abra el recipiente. Hasta ese momento permanecerá en un estado indefinido (vivo y muerto al mismo tiempo, en una superposición de estados). De acuerdo a la interpretación de Everett cada vez que se produce un cambio de estado se produce un bifurcación de historias generando dos estados no conectados entre sí: en un estado el gato está muerto y en otra el gato está vivo. Si esto ocurre a nivel elemental nada impide que ocurra a nivel microscópico, y estaríamos viviendo múltiples historias. En el cuento planteo la posibilidad de que un computador cuántico controle las múltiples historias y los sueños sean un atajo para viajar entre esas historias. En resumen: todas las historias que vive la protagonista son reales y el único que puede controlar el salto entre historias es el computador que escapa al control de sus diseñadores.
A la empresa que está detrás de todo todo le llamo GOOGOL (Recuerdese que 1 GOOGOL -o Gúgol, en español- es 1 seguido de cien ceros.). GOOGOL era el nombre inicial para GOOGLE, pero por error se registraron GOOGLE y sus creadores decidieron mantenerlo.
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