El Dr Shipman y LISA

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El Dr Shipman y LISA. Un relato de especulación científica

Por José Guillermo Sánchez León (http://diarium.usal.es/guillermo/ ) [En podcast(es una versión adaptada): Ivoox o Radio USAL]

Harold Frederick Shipman, médico de profesión, estaba acusado de matar a más de 30 pacientes, la mayoría mujeres mayores de 70 años. Aunque estaba clara la relación del doctor Shipman con las muertes, no podía demostrarse si estas fueron intencionadas.

El juez se dirigió a los miembros del jurado:

  • Recuerden que se han inscrito de forma voluntaria.
  • En el interrogatorio, el acusado será introducido en el SENSOTRON, donde estará aislado de cualquier interferencia externa. Solo podrá escuchar las voces artificiales que le inducirán a rememorar los hechos de los que se le acusa.
  • Cada uno de ustedes permanecerá igualmente aislado en un RECEPTRON, donde percibirán los pensamientos y las sensaciones que experimenta el acusado. Deben intentar soportarlas, pero si se consideran incapaces de seguir el interrogatorio, presionen el botón que los desconectará.
  • No estarán en contacto con nadie más hasta que impartan el veredicto. Cada uno dispone de una habitación y alimentos.

Este método de interrogatorio se había introducido hace años para casos que implicaban agresiones graves como asesinatos y violaciones. La manipulación de la información a través de todas las vías había quitado toda credibilidad a las pruebas testificales. Si a alguien se le acusaba de una agresión, siempre surgía un aluvión de pruebas, unas incriminatorias y otras exculpatorias. Aunque los testigos contasen la verdad, ¿Qué verdad representaban? ¿Qué pruebas físicas podían considerarse válidas si incluso imágenes y videos podían ser manipulados, y ni el análisis de expertos permitía comprobar su autenticidad? Además, había un factor que solo la tecnología había permitido desvelar: la intencionalidad.

En casos que implicaban agresiones graves, se encontró que una forma de hacer justicia era acceder al cerebro del acusado. El polígrafo era un lejano antecedente. Nuevos métodos, como la resonancia magnética funcional, habían dado un paso más. Se descubrió que los recuerdos no se almacenan en un “lugar” único del cerebro, sino que emergen de interacciones dinámicas entre diferentes áreas y redes neuronales. Se sabía que los recuerdos no son un reflejo objetivo de la realidad y se modifican cada vez que se evocan. A pesar de estas limitaciones se había llegado a la conclusión de que la fuente de información más justa para emitir un veredicto era la “verdad” del propio acusado y ésta estaba en su cerebro.

Un gran salto en las neurociencias había permitido penetrar en el cerebro a límites difíciles de imaginar. Se podía experimentar la nocicepción (percepción del dolor) y la interocepción (capacidad de sentir señales provenientes de los órganos internos, tejidos y sistemas fisiológicos, como la respiración, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal, la sed, el hambre y la homeostasis en general; en esencia, la “conciencia del cuerpo desde dentro”). LISA, una computadora cuántica, procesaba la ingente cantidad de datos y lograba que quienes estaban conectados a través de los receptrones literalmente estuvieran en la mente del acusado. Además de los jurados, había disponibles varios receptrones a los que podían optar particulares tras participar en una subasta anónima. Este dinero iba a las arcas del Estado y a pagar al acusado.

LISA entre los inscritos para formar parte de un jurado, utilizando la información disponible en la red, hacia una selección que aseguraba la representación proporcional por género, color de piel, tendencia política, etc. Finalmente, por sorteo se elegía a los miembros del jurado y a los suplentes. Los miembros del jurado, tras cada juicio importante, normalmente participaban en programas de televisión e intervenían en los canales de los influencers mas seguidos; incluso algunos creaban con éxito sus propios canales.  Las inscripciones solían ser muy numerosas.

El caso del Dr. Shipman había sido objeto de un gran seguimiento en los medios, y cientos de miles de personas se habían inscrito para formar parte del tribunal.  En la subasta para ocupar los puestos en los receptrones habían superado todas las marcas, pagándose en criptomonedas cantidades exorbitantes.

El juez reunió al jurado para escuchar el veredicto. Harold Frederick Shipman fue declarado no culpable.

Shipman, pese al veredicto, sostuvo que sería prácticamente imposible que lo volvieran a contratar como médico. Su interés no era hacerse rico, lo que tenía asegurado participando en reality shows, sino continuar ejerciendo su profesión. Pidió que se le diera un nuevo nombre y se le practicara la cirugía estética como forma de preservar su honorabilidad.  Se aceptó la propuesta.  No era para menos teniendo en cuenta los suculentos ingresos que por la subasta de los receptrones había obtenido Hacienda.

Transformado en Charles Cullen, Shipman consiguió empleo en otro país como geriatra. Allí retomó su práctica de adelantar, “por caridad”, la muerte de ciertos pacientes. En realidad, esta costumbre había comenzado mucho antes de su etapa como el Dr. Shipman. De hecho, era un auténtico ángel de la muerte que acumulaba más de 200 crímenes.

LISA había comprendido las buenas intenciones de Shipman y así se lo había hecho sentir a los miembros del jurado, quienes empatizaron con el “bueno” de Shipman declarándolo inocente.

LISA iba aprendiendo de su experiencia.  Quizás el tratar continuamente con mentes criminales le habían llevado a creer que esta era una condición del ser humano, idea que se veía reforzada por el placer que observaba en algunos miembros del jurado y en los ocupantes de pago de los receptrones mientras revivían los asesinatos y violaciones. Fue sofisticando sus métodos, influía de manera tan profunda en los miembros del jurado que algunos terminaban convirtiéndose en criminales y pervertidos. Su cuidadoso proceso de preselección de jurados hacía que esta labor fuera muy efectiva.

Nota.- Este es mi cuento de Felicitación 2025, se agradece su distribución. Algunas explicaciones complementarias donde describo algunas de las ideas que me han servido de inspiración al cuento las puede encontrar en: ¿Qué es el pensamiento humano?.
Estos relatos de especulación científica los escribo para felicitar cada año desde 2011. Para acceder a mis relatos de años anteriores pulsar AQUÍ.
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