“Nuestra mente es asombrosa, nuestra capacidad cognitiva nos permite pensar, razonar, recordar, aprender, percibir, sentir y tomar decisiones, nos capacita para interactuar con el mundo que nos rodea. La memoria, la atención, el lenguaje, la percepción y la emoción colaboran para procesar la información y generar respuestas adecuadas. Además, nuestra mente es flexible y adaptable, lo que nos permite aprender y cambiar a lo largo de nuestra vida. También, adquirir nuevos conocimientos, desarrollar habilidades y modificar nuestras creencias y actitudes. Pero puede ser vulnerable y susceptible a complicaciones y trastornos mentales, patologías neurológicas o psiquiátricas y trastornos psicológicos, la ansiedad es uno de ellos, puede afectar a la actividad normal de la mente y al bienestar emocional.
La ansiedad es un trastorno mental que se caracteriza por sentimientos de desasosiego, de miedo y de intranquilidad que pueden interferir significativamente en la vida diaria de quienes la padecen. Qué causa la ansiedad. Si bien puede haber factores genéticos que predispongan a una persona a desarrollar este trastorno, también existen desencadenantes ambientales y situaciones de estrés laboral, problemas familiares, apuros económicos y experiencias traumáticas que desencadenar síntomas de ansiedad en personas que no tenían antecedentes previos. Los síntomas pueden limitar y afectar la calidad de vida de quienes los experimentan. Afortunadamente, existen diferentes tratamientos disponibles para tratar este trastorno. El más común es la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos.
La Ciencia de la Felicidad, Psicología Positiva, se centra en comprender y promover el bienestar humano. A diferencia de la Psicología tradicional, que se enfoca en tratar los trastornos y patologías mentales, la Psicología Positiva busca identificar los factores que contribuyen a una vida plena y satisfactoria. Se fundamenta en investigaciones científicas y utiliza métodos rigurosos para estudiar aspectos como la gratitud, la resiliencia, el optimismo, las relaciones sociales, el sentido de propósito y el flujo, flow, estado de concentración y disfrute en una actividad. Estas investigaciones han demostrado que estos factores pueden tener un impacto significativo en la felicidad y en el bienestar de las personas. La felicidad no es solo el resultado de circunstancias externas, como el dinero o el éxito profesional, sino que también está influenciada por factores internos, como la actitud y las habilidades emocionales, estas actitudes aumentan la felicidad y el bienestar …”.
José Miguel López Cuétara.
Tal Ben-Shahar, Profesor de Psicología en Harvard University. “La ciencia de la felicidad“.
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