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La felicidad en la Historia (FELHIS)
Blog de divulgación del proyecto «La felicidad en la Historia: de Roma a nuestros días. Análisis de los discursos»
 
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Lenguaje (lo dicho) y felicidad: (la dicha). Breve apunte lexicográfico

Lenguaje (lo dicho) y felicidad: (la dicha). Breve apunte lexicográfico

ANTONIO PORTELA LOPA

Si hay un concepto difícil de expresar con una palabra, ese es la felicidad. No porque sea extraño o infrecuente (sobre esto no hay acuerdo, Borges sostuvo que sí era frecuente) sino porque tiende a presentarse con la forma de sustantivos abstractos lo que en realidad es la suma de unas cuantas circunstancias muy concretas. Hablar de felicidad es emplear palabras mayores, cuando normalmente se basa en cuestiones menores, incluso mínimas.

El análisis del término español ‘felicidad’ (que dejamos para otra ocasión) debe ir acompañado  e incluso precedido del estudio de sus sinónimos. Uno de ellos nos servirá para centrar  lexicológicamente el concepto, a partir de algunos datos lexicográficos.

La R.A.E. define así el término ‘Dicha’:

dicha1

“Del lat. dicta ‘cosas dichas’, pl. n. de dictum, con el sentido de fatum ‘suerte’, ‘destino’, en lenguaje vulgar, según la creencia pagana de que la suerte individual se debía a las palabras pronunciadas por los dioses al nacer el niño”.

Ofrece cuatro acepciones, de las que nos interesa la primera (expresa plenamente la sinonimia absoluta entre dicha y  felicidad) y la segunda, porque en realidad desarrolla lo que es la felicidad, que en gran medida depende de la suerte:

1. f. felicidad.

2. f. Suerte feliz. Felipe es hombre de dicha.

3. f. Cineg. Ladrido de un perro en persecución de una res.

a, o por, dicha

1. locs. advs. Por suerte, por ventura, por casualidad.

Nada tiene que ver dicha2, que viene del mapuche dichon ‘dar estocada’. Y significa

1. f. Nombre vulgar de varias hierbas con hojas o frutos punzantes, que se crían en Chile.

En cambio, las otras entradas que contienen la forma «dicha»: (decir1 dicho, cha) sí tienen que  ver, porque dan cabida a la forma masculina y femenina del participio del verbo decir: ‘dicho’ y ‘dicha’. La propia entrada de la Academia nos informa de que en realidad el sustantivo femenino ‘dicha’ viene del latín dicta, plural de dictum (cuya evolución, sea como masculino o como neutro, es ‘dicho’). Dicta, “las cosas dichas” se ha sustantivado en “dicha”.

Morfológicamente (y fónicamente) este femenino que conserva la memoria de un antiguo plural neutro en –a, y antes de un colectivo (“el conjunto de cosas dichas”)”, no es raro. Como modelo comparativo fónico y léxico tenemos, por ejemplo, ‘leña’ (de ligna, plural de lignum). La oposición ‘leña’/ ‘leño’ guarda bastante similitud con la de sus respectivos términos originarios, ligna/ lignum (“conjunto de leños”/”leño”).

¿Cómo “las cosas dichas” han llegado a significar “la felicidad”? Aunque la Academia da una causa específica (“la creencia pagana de que la suerte individual se debía a las palabras pronunciadas por los dioses al nacer el niño”), es posible que haya una vinculación universal entre el lenguaje y la felicidad. Las palabras definitivas (por ejemplo, las pronunciadas por los dioses en el paganismo) o simplemente los buenos deseos formulados pueden convertirse en un sinónimo de la felicidad que anuncian, basta con que estén marcados por el bien.

El término italiano ‘auguri’  es un buen modelo para proponer un modelo comparativo semántico: es a la vez “buen deseo, palabra favorable” y “felicitación o constatación de la felicidad”. El italiano ‘augurio’ viene del latín augurium, pero este solo significaba “interpretación de los signos, presagio, predicción, profecía”. Ha necesitado cargarse semánticamente con adjetivos o adverbios que aporten la idea del bien, para acabar siendo un sinonimo de felicitación. Por ejemplo , en la tercera acepción del diccionario Treccani:

“Desiderio che accada qualcosa di bene, e l’espressione stessa di questo desiderio: formulare un a.; a. di felicità, di buona fortuna; ti faccio l’a. di guarir presto; gradisci i miei più sinceri augurî; cerca di riuscire: questo è il mio a. più cordiale. Inoltre: fare, porgere, mandare, inviare gli augurî; lettera, cartolina, biglietto di augurî, per le maggiori solennità o per qualche avvenimento particolare, come compleanno, onomastico, matrimonio, ecc. (e in questi casi si adopera sempre al plurale).”

Como se ve, en las felicitaciones (por cumpleaños, santos, matrimonio, etc.) casi siempre se usa en plural. Lo mismo que le sucedió a dicta  (“cosas dichas”), un plural originario, aunque ahora ‘dicha’ sea un sustantivo femenino singular. Este recorrido nos puede haber aclarado el concepto de felicidad en uno de sus sinónimos y la relación con el lenguaje pronunciado, con el bien y con el plural que tiene la noción de felicidad.

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Página web del proyecto de investigación "La felicidad en la Historia: de Roma a nuestros días. Análisis de los discursos (FELHIS)"

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