Sistema de blogs Diarium
Universidad de Salamanca
La felicidad en la Historia (FELHIS)
Blog de divulgación del proyecto «La felicidad en la Historia: de Roma a nuestros días. Análisis de los discursos»
 
Diapo3
Archivo | noviembre, 2020

Feliz verano / Fácil Verano

Feliz verano / Fácil Verano

ANTONIO PORTELA LOPA

En este verano de 2021 una campaña publicitaria de una empresa de seguros (Mutua Madrileña) concluye cada uno de sus anuncios en la televisión con el deseo “feliz verano” que, en el último momento, se convierte en “fácil verano”. “Feliz verano” está consolidado ya como una locución habitual de despedida antes del tiempo estival, equivalente al “buen fin de semana” con que nos despedimos los viernes. Es una de las fórmulas contemporáneas de felicitación que de alguna manera resulta análoga a las felicitaciones de la cultura clásica. El verano como tiempo de vacaciones conquistado en las últimas décadas se prevé como un tiempo para la felicidad. La originalidad de esta campaña es ofrecer un juego de palabras entre feliz y fácil que de hecho es una sinonimia, si no una traducción o una explicación del primer adjetivo por el segundo.

Feliz y fácil forman una paronomasia (puede verse un comentario lingüístico en español aquí). También la formaban sus étimos latinos felix  y facilis. Mejor que en nominativo se aprecia en acusativo, de la que derivan los dos adjetivos españoles (felicem /facilem). Y aún mejor en los abstractos felicitas/ facilitas. La publicidad actual, que resume tan bien el ideal de felicidad de la época, relaciona también los abstractos ‘felicidad’/‘facilidad’.

 Ya se han ofrecido definiciones de felicitas en este blog (aquí lo ha hecho Guillermo Aprile y aquí David Konstan). En cuanto a facilitas, los autores latinos no parece haber jugado con esas paranomasias (ni felix / facilis, ni felicitas/ facilitas). Sin embargo, la definición de facilitas incluye, en la segunda acepción de Gaffiot, “aptitude hereuse à”, es decir, una aptitud feliz, afortunada para algo (placentera, fecunda y productiva). El ejemplo que pone es la facilidad del orador en el lenguaje. La cita que da es de Quintiliano, Institituciones Oratorias, 12, 6, 7, Sic et tirocinii metum dum facilius est audere transierit, nec audendi facilitatem usque ad contemptum operis adduxerit  “De esta manera pasará sin temor su primera carrera, en que es más fácil atreverse, y esta facilidad en atreverse no pasará a desprecio de la dificultad y ejercicio de perorar”.  Más conocida nos resulta la facilidad de palabra, de la que habla también Quintiliano, 10, 7, 26 oris facilitatem, que tiene equivalente en nuestra “facilidad de lenguaje”. Puesto que ’fácil’, facilis guarda relación con facio, “hacer” (es algo  “que se deja hacer bien”), no cuesta entender la relación que establece el Diccionario Gaffiot entre facilidad y felicidad. Por ejemplo, la facilidad de lenguaje es en cierto modo una felicidad de lenguaje. Muy a menudo el propio Quintiliano califica de felices los textos de gran belleza.

En cuanto a la ética, que es el asunto de fondo, las cosas son muy distintas. El concepto clásico de felicidad depende de los filósofos, sobre todo estoicos y epicúreos, y es consecuencia de una ejercitación, porque acaba siendo una virtud o una suma de virtudes. En cambio la equiparación contemporánea entre facilidad y felicidad muestra el descuido o desconocimiento de la ética para alcanzar la felicidad. El desarrollo del concepto actual de felicidad (basado en una facilidad en la que otros resuelven los problemas concretos) en el anuncio citado lo trato aquí.

Comentarios { 0 }

Marta Martín Díaz en el podcast Ancient World: New Voices

Marta Martín Díaz, investigadora de FELHIS, ha participado en el podcast Ancient World: New Voices de UCL, en el que jóvenes estudiantes de posgrado de diferentes áreas de los estudios clásicos conversan sobre sus temas de investigación, aportando nuevas perspectivas a cuestiones del mundo antiguo. En esta edición del podcast en inglés (cuya página web puede leerse aquí), Marta Martín —entrevistada por la investigadora de UCL Giovanna di Martino—habla de varios aspectos del De rerum natura de Lucrecio: las dimensiones políticas del poema, la influencia de Epicuro, las imágenes de la plaga ateniense con las que se cierra la obra y la influencia lucreciana en artistas tan variados como Sandro Botticelli o Derek Jarman.

Comentarios { 0 }

Lenguaje (lo dicho) y felicidad: (la dicha). Breve apunte lexicográfico

Lenguaje (lo dicho) y felicidad: (la dicha). Breve apunte lexicográfico

ANTONIO PORTELA LOPA

Si hay un concepto difícil de expresar con una palabra, ese es la felicidad. No porque sea extraño o infrecuente (sobre esto no hay acuerdo, Borges sostuvo que sí era frecuente) sino porque tiende a presentarse con la forma de sustantivos abstractos lo que en realidad es la suma de unas cuantas circunstancias muy concretas. Hablar de felicidad es emplear palabras mayores, cuando normalmente se basa en cuestiones menores, incluso mínimas.

El análisis del término español ‘felicidad’ (que dejamos para otra ocasión) debe ir acompañado  e incluso precedido del estudio de sus sinónimos. Uno de ellos nos servirá para centrar  lexicológicamente el concepto, a partir de algunos datos lexicográficos.

La R.A.E. define así el término ‘Dicha’:

dicha1

“Del lat. dicta ‘cosas dichas’, pl. n. de dictum, con el sentido de fatum ‘suerte’, ‘destino’, en lenguaje vulgar, según la creencia pagana de que la suerte individual se debía a las palabras pronunciadas por los dioses al nacer el niño”.

Ofrece cuatro acepciones, de las que nos interesa la primera (expresa plenamente la sinonimia absoluta entre dicha y  felicidad) y la segunda, porque en realidad desarrolla lo que es la felicidad, que en gran medida depende de la suerte:

1. f. felicidad.

2. f. Suerte feliz. Felipe es hombre de dicha.

3. f. Cineg. Ladrido de un perro en persecución de una res.

a, o por, dicha

1. locs. advs. Por suerte, por ventura, por casualidad.

Nada tiene que ver dicha2, que viene del mapuche dichon ‘dar estocada’. Y significa

1. f. Nombre vulgar de varias hierbas con hojas o frutos punzantes, que se crían en Chile.

En cambio, las otras entradas que contienen la forma «dicha»: (decir1 dicho, cha) sí tienen que  ver, porque dan cabida a la forma masculina y femenina del participio del verbo decir: ‘dicho’ y ‘dicha’. La propia entrada de la Academia nos informa de que en realidad el sustantivo femenino ‘dicha’ viene del latín dicta, plural de dictum (cuya evolución, sea como masculino o como neutro, es ‘dicho’). Dicta, “las cosas dichas” se ha sustantivado en “dicha”.

Morfológicamente (y fónicamente) este femenino que conserva la memoria de un antiguo plural neutro en –a, y antes de un colectivo (“el conjunto de cosas dichas”)”, no es raro. Como modelo comparativo fónico y léxico tenemos, por ejemplo, ‘leña’ (de ligna, plural de lignum). La oposición ‘leña’/ ‘leño’ guarda bastante similitud con la de sus respectivos términos originarios, ligna/ lignum (“conjunto de leños”/”leño”).

¿Cómo “las cosas dichas” han llegado a significar “la felicidad”? Aunque la Academia da una causa específica (“la creencia pagana de que la suerte individual se debía a las palabras pronunciadas por los dioses al nacer el niño”), es posible que haya una vinculación universal entre el lenguaje y la felicidad. Las palabras definitivas (por ejemplo, las pronunciadas por los dioses en el paganismo) o simplemente los buenos deseos formulados pueden convertirse en un sinónimo de la felicidad que anuncian, basta con que estén marcados por el bien.

El término italiano ‘auguri’  es un buen modelo para proponer un modelo comparativo semántico: es a la vez “buen deseo, palabra favorable” y “felicitación o constatación de la felicidad”. El italiano ‘augurio’ viene del latín augurium, pero este solo significaba “interpretación de los signos, presagio, predicción, profecía”. Ha necesitado cargarse semánticamente con adjetivos o adverbios que aporten la idea del bien, para acabar siendo un sinonimo de felicitación. Por ejemplo , en la tercera acepción del diccionario Treccani:

“Desiderio che accada qualcosa di bene, e l’espressione stessa di questo desiderio: formulare un a.; a. di felicità, di buona fortuna; ti faccio l’a. di guarir presto; gradisci i miei più sinceri augurî; cerca di riuscire: questo è il mio a. più cordiale. Inoltre: fare, porgere, mandare, inviare gli augurî; lettera, cartolina, biglietto di augurî, per le maggiori solennità o per qualche avvenimento particolare, come compleanno, onomastico, matrimonio, ecc. (e in questi casi si adopera sempre al plurale).”

Como se ve, en las felicitaciones (por cumpleaños, santos, matrimonio, etc.) casi siempre se usa en plural. Lo mismo que le sucedió a dicta  (“cosas dichas”), un plural originario, aunque ahora ‘dicha’ sea un sustantivo femenino singular. Este recorrido nos puede haber aclarado el concepto de felicidad en uno de sus sinónimos y la relación con el lenguaje pronunciado, con el bien y con el plural que tiene la noción de felicidad.

Comentarios { 0 }
Política de privacidad
Studii Salmantini. Campus de excelencia internacional