En estos momentos de incertidumbre laboral absoluta, especialmente para la gente de mi generación y de las siguientes (es decir, entre los 20 y 35 años), los españolitos de a pie nos encontramos ante una encrucijada: ¿Qué hago con mi vida?
En este interin, entre que el Real Madrid ya ha ganado la liga, Guardiola deja el Barça y estamos a la espera de que empiece la Eurocopa, el fútbol ya no es el tema de conversación estrella entre mis amigos y conocidos. Solemos preguntarnos qué planes tenemos para el futuro, a corto o a medio plazo, ya que todos nos hallamos en la misma situación. Somos lo que hace unos años llamabamos JASP: Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, si bien esa preparación no se ha reflejado en una estabilidad laboral ni económica. Sólamente un reducido grupo de elegidos pueden respirar tranquilos actualmente, y son los que han aprobado una oposición, y tienen una bien merecida plaza de funcionario. Los demás, en la cuerda floja: unos trabajando en el extranjero y sin idea de cuándo volver a España; otros esperando que se estabilice su plaza (algo difícil en estos momentos, a pesar de que redunde en el beneficio del pais); algunos otros establecidos por su cuenta como freelance ó pensando en fundar una empresa cuya clientela no sea española, ya que aquí no se vende ni un chupa-chups; otros que son profesores interinos de Secundaria y aguantan estoicamente niños, padres y demás, sin saber si el próximo año van a ser contratados (ya que en el 2012 no hay oposiciones donde obtener una plaza) ó se lo van a pasar de Lunes al Sol, mientras se apelotonan 40 alumnos en clases diseñadas para ratios de 20. Dentro de estos últimos también hay compañeros de promoción que trabajaban en aulas y talleres de educación medioambientales, los cuales han sido cerrados por falta de subvenciones, aunque luego sí las haya para las actividades más surrealistas y peregrinas que uno pueda imaginar.
Finalmente, hay personas que en estos momentos optan por mejorar su formación, con la idea de que una preparación mayor será valorada positivamente, y les ayudará a encontrar trabajo ó a mejorar la situación laboral actual. Las opciones son muy variadas, entre ellas está la de realizar una tesis doctoral. En principio, te lo pintan muy bien, pero luego se convierte en lo que yo denomino SSL: Sangre, Sudor & Lágrimas. En mi humilde opinión, dedicarse a investigar es muy bonito, enriquecedor y gratificante, siempre y cuando aceptes unas cuantas premisas y tengas muy claro que eso es lo que uno quiere hacer con su vida. Si uno opta por hacer una tesis porque es la salida “más fácil” tras terminar la carrera (léase, Grado), suele acabar en desengaño y desencanto. Creo que es una decisión que hay que valorar con tranquilidad y mente fría, pensar mucho lo que significa y probar primero con un pequeño trabajo de investigación, tipo tesina, para ver si realmente te gusta, te quieres dedicar a ello y aguantas la presión. Además, en estos momentos la posibilidad de conseguir una beca predoctoral es mínima, sobre todo si tenemos en cuenta que todavía no se han publicado las convocatorias de las becas del Ministerio ni de la Comunidad Autónoma. Va a ser que lo mejor es elegir una tesis para producir becarios fotosintéticos que se alimenten de la luz del sol, y así no necesitan gastar en comida…
El siguiente video de unos estudiantes de la Facultad de Biología de Barcelona resume maravillosamente bien lo que implica hacer una tesis doctoral. Esto va para todos vosotros que estais a punto de leer la tesis y ya estais dibujando vuestro futuro como doctores, para que dejeis ver una sonrisa en vuestra cara de stress. Servus!
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