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Universidad de Salamanca
Sergio M. Sanjurjo Gómez
Didáctica: Física y Química
 

Decálogo metodológico

Usando el Decreto 52/2007, de la ley antigua, podemos obtener un “decálogo” metodológico para impartir las clases de Física y Química en el instituto.

En la sección de Objetivos, podemos obtener varios puntos importantes (se copian los puntos de la ley):

  • Desarrollar destrezas básicasen la utilización de las fuentes de información para, con sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos, así como unna preparación básica en el campo de las tecnologías, especialmente las de la información y comunicación.

  • Concebir el conocimiento científico como un saber integrado que se estructura en distintas disciplinas, así como conocer y aplicar los métodos para identificar los problemas en los diversos campos del conocimiento y de la experiencia.

  • Desarrollar el espíritu emprendedor y l confianza en sí mismo, la participación, el sentido crítico, la iniciativa personal y la capacidad para aprender a aprender, para planificar, para tomar decisiones y para asumir responsabilidades, valorando el esfuerzo con la finalidad de superar dificultades.

  • Comprender y expresar con corrección textos y mensajes complejos, oralmente y por escrito, en la lengua castellana, valorando sus posibilidades comunicativas desde su condición de lengua común de todos los españoles y de idioma internacional, e iniciarse en el conocimiento, la lectura y el estudio
    de la literatura.

  • Comprender y expresarse oralmente y por escrito en una o más lenguas extranjeras de manera apropiada.

Estos son los objetivos de la etapa de la ESO que más relación guardan con la Física y Química, sin dejar a los otros ajenos a la misma. Es necesario que, como docentes, incentivemos al alumnado para que estos objetivos se cumplan por medio de las metodologías que nombraremos a continuación.

Metodologías que se recogen en el Decreto:

  • Es importante por parte del profesor tener un conocimiento claro de las caracerísticas físicas y psicológicas de los alumnos con el fin de optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

  • A lo largo de la adolescencia, los alumnos desarrollan la capacidad de resolución de problemas de carácter abstracto, por tanto será interesante incentivar este tipo de retos.

  • Será importante el trabajo en grupo para que completen su proceso socialización de manera adecuada y así exista un intercambio fluido de información entre el grupo que mejorará el ambiente en clase.

  • El profesor será un guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para ello, se buscará el nivel base del que parten y, a lo largo de las lecciones, se irá buscando relación con los conocimientos previos para que el aprendizaje sea significativo.

  • En el proceso de aprendizaje, existen dos métodos básicos: aprendizaje por facilitación (la clase magistral) y el aprendizaje por descubrimiento (se le proporciona al alumno el material que necesite y es el propio alumno el que aprende por sí mismo, con el profesor como un mero guía).

  • Es importante tener en cuenta que la motivación es fundamental para que el alumno aproveche las clases y las tareas que haga. Y es tarea del docente conseguir esta motivación en el alumno.

  • Las tareas planteadas deberán de ser un desafío, un reto. Este reto ha de ser asequible, no obstante, al nivel del alumnado.

  • Es fundamental tener en cuenta la atención a la diversidad. De esta manera se deberá tener en cuenta al grado de profundización que cada alumno es capaz de llegar en la tarea y desarrollar actividades, bien de refuezo, bien de ampliación personalizadas.

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