En una reacción alérgica, especialmente si se trata de una reacción grave (anafilaxia), es trascendental una actuación rápida, lo que mejorará la eficacia del tratamiento y la respuesta del paciente.
Si los síntomas son graves (ahogo, mareo), o bien se presenta una combinación de síntomas en la piel, digestivos o respiratorios, o el paciente ha sufrido una reacción grave previamente, no debe dudarse en la utilización de adrenalina.
Si el paciente o sus cuidadores disponen ya del medicamento auto inyectable deberá administrarse inmediatamente, siguiendo las instrucciones del envase y, a continuación, acudir a un centro sanitario.
De no ser así, se deberá acudir a un centro lo más rápidamente posible o avisar al servicio de emergencias (tel. 112).
En caso de mareo se mantendrá al paciente tumbado con las piernas elevadas, mientras se obtiene ayuda médica.
En caso de ahogo, el paciente deberá realizar 2-4 inhalaciones de un broncodilatador si se dispone de él, pero siempre tras la administración de adrenalina.
Si los síntomas son más leves, en forma de picor persistente en la cavidad oral o urticaria leve, podrá iniciarse tratamiento con un antihistamínico y buscar a continuación atención médica, ya que podría tratarse de las primeras manifestaciones de una reacción más grave.
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