Las cámaras oscuras son un instrumento tan fácil de construir, que merece la pena conocer alguna aplicación de las mismas, pues pueden ser muy útiles en el aula. En primer lugar explico cómo funcionan y luego pongo un ejemplo de uso.
La idea de estas cámaras es que son como cámaras fotográficas pero sin lente. Si se les pone un material fotosensible serían capaces de sacar una fotografía y pasarían a llamarse cámaras estenopeicas. Pero no tenemos que hacerlas tan complicadas. Por el contrario, su construcción requiere de una caja de zapatos, una hoja de papel de calco y un cúter. Adjunto una foto del montaje.
Pasemos a explicar cómo funciona. La idea es que en una de las caras tenemos un pequeño agujero que va a dejar pasar los rayos de luz que vengan de un objeto de manera especial. Esto quiere decir que, de cada punto del objeto, el agujero dejará pasar un rayo de luz únicamente haciendo que en la pantalla se refleje ese punto del objeto (con la imagen siguiente se ve bien). Esto hace que tengamos una imagen proyectada en la pantalla del interior de la caja que nosotros veremos desde el otro lado de la misma. La imagen que veremos estará invertida. Cuanto más fino sea el agujero, más resolución tendrá la imagen.
Veamos alguna aplicación que se le puede dar a este objeto. Hace unos años…ya no recuerdo cuantos estaba yo en primero de carrera. Había, ese año, un eclipse de Sol y entonces un chico llamado Jorge Hernández creó un proyecto llamado La luz de la sombra. La idea del proyecto era crear esas cámaras pero un poco diferentes (en cuanto a su forma, claro) y llevarlas a varios institutos y localizaciones de Salamanca para que se pudiese ver el eclipse con seguridad. Adjunto foto de las cámaras en cuestión y una foto del “ocular” de la cámara.
Aún no hay comentarios.