“Entiendo por Neurodivergencia a la variabilidad natural en el funcionamiento neurológico de las personas, dentro del concepto más amplio de Neurodiversidad, que sostiene que las diferencias neurológicas son variaciones normales de la condición humana y no necesariamente trastornos que deban ser “sanados”. Esta teoría afirma que no hay una forma “correcta” de funcionamiento del cerebro, pues la composición del sistema neuronal es una combinación de capacidades y limitaciones. Ejemplos como: el autismo que afectan a la comunicación, el comportamiento y la interacción social; el trastorno por déficit de Atención e hiperactividad; la dislexia, dificultad con la lectura, la escritura y, a menudo, la ortografía; la discalculia, dificultad en el aprendizaje y comprensión matemática; la disgrafía, dificultad o incapacidad para componer textos escritos.
Es positivo el enfoque inclusivo que promueve la neurodiversidad sobre todo en la educación y también en el ámbito laboral, reconociendo y valorando las diferentes formas que tienen la personas de pensar, de aprender y de trabajar. En lugar de ver las condiciones neurodivergentes únicamente como “trastornos”, valorar las habilidades que pueden aportar estas personas, fomentando la creación de entornos que se adapten a sus necesidades en lugar de forzar la conformidad a un modelo único. Quizá, las divergencias entre un individuo normotípico y un individuo neurodiverso pueden considerarse diferencias en vez de discapacidades, aunque se debería profundizar mucho más. No parece razonable eliminar la etiopatogénesis que les sitúa en posición de personas vulnerables, pero sí prescindir de esa percepción negativa y de marginalidad que pueda conllevar. También a nivel de salud mental, contribuye a que personas libres de patología se comporten de una forma más tolerante hacia las personas con trastorno mental.
Por lo tanto, aceptación y comprensión de las diferencias neurológicas, promoviendo el respeto y la valoración de las diversas formas en que las personas pueden experimentar y contribuir a la sociedad, pero ojo, eso no significa que se pueda justificar ninguna forma incorrecta de actuar, sino reconocer las infinitas variaciones de la diversidad neurológica. Tampoco estoy de acuerdo en su aplicación a otros aspectos relacionados con la psicología”. José Miguel López Cuétara
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