Sistema de blogs Diarium
Universidad de Salamanca
La felicidad en la Historia (FELHIS)
Blog de divulgación del proyecto «La felicidad en la Historia: de Roma a nuestros días. Análisis de los discursos»
 
Diapo3
Archivos de Etiquetas | Happiness Studies

Edward Gibbon y la (in)felicidad de la historia

Edward Gibbon y la (in)felicidad de la historia

GUILLERMO APRILE

La mentalidad contemporánea suele, casi como en un acto reflejo, disociar las nociones de «felicidad» e «historia». En la historiografía actual, incluso en ámbitos más especializados como la microhistoria o la historia cultural, no hay prácticamente espacio para reflexiones sobre la naturaleza de la felicidad, ya sea en un sentido individual o colectivo. Esta tarea queda desplazada a otras ramas del conocimiento que operan fuera del área de los estudios históricos: la filosofía, la psicología, o, más recientemente, los multidisciplinarios happiness studies.

Edward Gibbon

No es fácil establecer un momento determinado como el comienzo de esta tendencia a ver felicidad e historia como nociones antitéticas. Sin embargo, puede detectarse casi en los inicios de la historiografía moderna un momento que atestigua que esta idea se encontraba ya para ese entonces muy establecida. Es bien sabido que la monumental History of the Decline and Fall of the Roman Empire de Edward Gibbon, cuyo primer volumen se publicó en 1776, constituye uno de los hitos de la historiografía moderna: quizás se trate de la primera historia del imperio romano escrita en un sentido verdaderamente crítico, bajo la influencia de los ideales de la Ilustración, con una maestría indudable tanto en el terreno de la erudición como del estilo. Si bien muchos de sus postulados han quedado anticuados, especialmente con la aparición a mediados del siglo XX del paradigma de la «Antigüedad tardía» en oposición al de la «decadencia de Roma», todavía constituye una obra ineludible para cualquier persona que quiera comprender el desarrollo de la historiografía en época moderna.

La historia de Roma de Gibbon comienza con el período de los emperadores Antoninos, entre la ascensión de Nerva y la muerte de Marco Aurelio, que abarca aproximadamente todo el siglo II d.C. En un famoso pasaje, el historiador considera que este período fue el momento en que la humanidad experimentó la mayor felicidad y prosperidad que haya conocido hasta entonces:

Portada de una de las primeras ediciones de la History of the Decline and Fall of the Roman Empire

If a man were called to fix the period in the history of the world, during which the condition of the human race was most happy and prosperous, he would, without hesitation, name that which elapsed from the death of Domitian to the accession of Commodus (Gibbon 1994, 103).

Sin embargo, esta misma felicidad parece ser un problema para el método histórico, al menos según la concepción de la historia que sigue Gibbon. Porque, tratando unas pocas líneas antes el reinado de Antonino Pío, afirma que el gobierno de este emperador proporcionó muy pocos materiales para la historia, porque esta no es sino un registro de los crímenes, locuras y desgracias de la humanidad:

His reign is marked by the rare advantage of furnishing very few materials for history; which is, indeed, little more than the register of the crimes, follies and misfortunes of mankind (Gibbon 1994, 102).

Esta visión «pesimista» de la escritura de la historia, concebida como un catálogo de monstruosidades e infortunios, a pesar del atractivo que tiene, comprensiblemente, para la mentalidad contemporánea, no era en absoluto la que profesaban los historiadores de la Roma cuya «decadencia» quería narrar Gibbon. El proyecto FELHIS, en su misma concepción, se propone demostrar que en la historiografía de Roma y de Grecia felicidad e historia no eran incompatibles, y que en la escritura de esta última había un espacio válido para la reflexión acerca de lo que significa ser feliz.

Bibliografía consultada
Gibbon, Edward. 1994. The History of The Decline and Fall of The Roman Empire. Volume I. Editado por David Womersley. Penguin Classics. London: Penguin Books.

Comentarios { 0 }

La felicidad intraducible: presente y pasado

La felicidad intraducible: presente y pasado

GUILLERMO APRILE

timlomas

Tim Lomas

Hace poco más de cinco años Tim Lomas, profesor de psicología positiva en la East London University, pensó por primera vez en crear un proyecto de lexicografía transcultural de la felicidad. Según relató a la revista The New Yorker, tuvo la idea tras escuchar una conferencia de la investigadora finlandesa Emilia Lahti acerca de la palabra finesa sisu. Este término denota una fuerza psicológica con la que una persona puede superar problemas extraordinarios y si bien es similar a conceptos como “perseverancia” o “determinacion”, no tiene una traducción exacta en inglés. Lomas siguió reflexionando sobre este concepto y se propuso rastrear las palabras y expresiones que manifiestan sensaciones de bienestar en diferentes lenguas del mundo y no son de fácil traducción.

_collid=books_covers_0&isbn=9780262037488&type=

De esta forma surgió el proyecto Positive lexicography. Lomas comenzó el trabajo de manera individual, revisando la literatura académica preexistente y utilizando motores de búsqueda para acceder a material digital sobre palabras intraducibles. Después, comenzó a consultar a amigos, estudiantes y familiares; finalmente, recurrió a los usuarios de redes sociales. Así logró reunir un corpus de 900 términos El análisis de esta información dio como fruto la publicación de varios artículos en revistas especializadas de psicología y del libro Translating Happiness. El investigador agrupó los términos analizados en tres grandes categorías: sentimientos, relaciones y desarrollo. Esto le permitió trazar una suerte de “cartografía de la felicidad” que se manifiesta de maneras diferentes según los contextos culturales, sociales e históricos que condicionan a cada idioma.

 

My beautiful picture

Sila, el dictador ¿feliz? (CIL 6.1297)

El corpus puede consultarse en el sitio web del proyecto. Lomas concede gran importancia al vocabulario griego clásico y analiza vocablos como ataraxia o eudaimonia. Sin embargo, son muy pocos los términos latinos que entran en su análisis. Aparecen algunas expresiones de origen clásico y literario (carpe diem, tempus fugit) junto con conceptos como otium puchritudo. La ausencia de algunas palabras latinas que designan sensaciones de bienestar  nos hace reflexionar sobre lo engañoso de su traducibilidad. Basta considerar, por ejemplo, el adjetivo felix, del que luego se derivó el sustantivo abstracto felicitas. El hecho de estos dos vocablos hayan derivado en muchos otros (feliz, felicidad, felicità, felice, félicité) que en lenguas romances designan a un estado de satisfacción, serenidad, alegría, etc. en buena medida ha contribuido a que se pierda de vista el sentido religioso que tenía en latín. Por una parte, el adjetivo tenía una connotación de “fértil”, “fructífero” que se ha perdido en sus sentidos más modernos. Por otro lado  Felix era una persona con buena fortuna porque tenía el favor de los dioses, que marcaban de esta manera su destino. La felicitas era un importante virtud para cualquier imperator (general victorioso) romano, en tanto que la victoria en el campo de batalla era considerada esencialmente una acción de favor divino. Esta idea adquirió un valor de propaganda política en la época de las guerras civiles, cuando el dictador Sila adoptó el cognomen de Felix tras derrotar a su rival Mario. Posteriormente, los emperadores utilizaron el término para celebrar su propia gloria y sus victorias, reales o imaginarias.

Las etimologías, entonces, no deben confundirnos. Algunas palabras del latín, a pesar de su aparente transparencia, pueden resultar tan difíciles de traducir en otras lenguas como el finés sisu.

Referencias:

Lomas, T. (2018). Translating HappinessA Cross-Cultural Lexicon of Well-Being. Cambridge: The MIT Press.

Sumi, G. (2002). Spectacles and Sulla’s Public Image. Historia: Zeitschrift Für Alte Geschichte, 51(4), 414-432.

 

Comentarios { 0 }

Historiografía de la felicidad: correlatos entre la Antigüedad clásica y el ethos posmoderno

Historiografía de la felicidad: correlatos entre la Antigüedad clásica y el ethos posmoderno

BORJA CANO VIDAL

Desde cualquiera de los puntos de vista que pudiera plantearse, la sentencia de Sigmund Freud en El malestar de la cultura ─«el plan de la ‘‘Creación’’ no incluye el propósito de que el hombre sea feliz» (1979: 20)─ parece haber encontrado ya respuestas y contrastes más que suficientes. Sin embargo, y pese a la continua presencia de la felicidad en cualquiera de los productos socioculturales de nuestra época contemporánea, la definición y concepción de esta aún resulta hoy difusa y, en ocasiones, equívoca. La preocupación por definir un término impreciso como es la felicidad y hacerlo en coexistencia con fenómenos como, por ejemplo, los Happiness Studies o la creación de un sello comercial como Mr. Wonderful, ha mostrado una notable producción crítica en los últimos años. Asimismo, la raíz clásica inherente a gran parte de estas reflexiones contemporáneas no debe perderse de vista, pues muchas de ellas descansan, voluntariamente o no, en los preceptos clásicos.Imagen 1

En la Antigüedad grecorromana, eran varios los términos que, pese a sus diferencias, aspiraban en última instancia a delimitar y detallar lo que ha preocupado, desde siempre, al individuo: alcanzar la felicidad. Ya entonces sus nombres eran muchos: eudaimonía, ataraxia o el bien, si bien todos ellos confluyen en realidades parejas que no han dejado de estar presentes en la historiografía del pensamiento y el discurso occidental. Desde Aristipo de Cirene, Epicuro, Platón, Aristóteles o Séneca hasta Spinoza, Schopenhauer o Nietzsche; todos ellos centraron parte de sus reflexiones en la felicidad y, sin embargo, aún supone un reto poder conceptualizar o definir todas sus percepciones para, al menos, aclarar o precisar no solo los significantes sino, también, los significados de la felicidad.

Imagen 2Debido a una serie de condicionantes sociales, culturales, políticos o económicos, la preocupación acerca del contenido de la felicidad muestra, en nuestros días, una cada vez mayor presencia. Desde la sociología, la filosofía, la psicología o los estudios literarios, son muchos los autores manifiestan la necesidad de comprender los vínculos entre el individuo y la felicidad como salvaguarda ante un horizonte de futuro que, quizás, se percibe más difuso que nunca. Franco Berardi Bifo, Sara Ahmed, Byung-Chul Han, Andrea Köhler, Judy Wacjman, Hartmut Rosa, Vivian Abenshushan o Emilio Lledó,Imagen 3 por citar tan solo algunos ejemplos, han vertido numerosas páginas para reflexionar acerca del deseo por una felicidad, en ocasiones, malinterpretada o erróneamente definida. Junto a la creciente preocupación por la delicada condición del sujeto contemporáneo, resulta evidente y necesaria la reflexión, no sin cierta nostalgia por un panorama casi extinto, de recuperar el sentido clásico que ciertos valores algún día tuvieron y que son, en suma, los mil y un nombres de la felicidad.

 

 

 

Comentarios { 0 }
Política de privacidad
Studii Salmantini. Campus de excelencia internacional