Felicidad privada: lo concreto en una carta de Plinio el Joven
JUAN ANTONIO GONZÁLEZ IGLESIAS
La felicidad pública y la felicidad privada se alimentan mutuamente. Para definir un concepto abstracto no hay nada mejor que buscar los rastros concretos que nos han dejado los momentos felices en la historia o en la biografía de cada uno. Aquí, en una carta que Plinio el Joven escribe, en el siglo I d.C. a uno de sus amigos. Ofrecemos el original en latín, su traducción al español y la preciosa traducción inglesa de Firth, de principios del siglo XX, con los correspondientes enlaces de referencia, donde pueden leer el texto completo.
—Requiris quid agam. Quae nosti: distringor officio, amicis deservio, studeo interdum, quod non interdum sed solum semperque facere, non audeo dicere rectius, certe beatius erat. (Plin. Ep. 7.15) [texto completo]
—Me preguntas qué hago cada día. Lo que ya sabes: tengo mil obligaciones, atiendo a los amigos, estudio de vez en cuando, cosa que, si la practicara en exclusiva y sin interrupciones, y no de vez en cuando, sería una actividad no me atrevo a decir que más adecuada, pero desde luego más feliz.
—You ask me how I am spending my time. Just in the old way you know of; I am very busy ; I do what I can for my friends, I occasionally find time for study, and I should be much happier, though I do not say I should be better employed, if my studies were my constant and invariable, instead of only being my occasional, employment. [texto completo]
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