Clase 11 de diciembre.

Esta jornada la pasamos en la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Salamanca, situada en la Aldehuela.

En el siguiente panel se muestran las diferentes fases que sufre el agua para su potabilización:

Imagen 1. Panel esquemático de los procesos llevados a cabo en la ETAP.

1. Captación: el agua es tomada en el azud del río Tormes en Villagonzalo.
2. Potabilización, realizada en cinco etapas:

• Desbaste: eliminación de objetos grandes para evitar obstrucciones del sistema.
• Decantación: se realiza en decantadores de tipo “Pulsator” y para lo cual se añade sulfato de alumnio y polielectrolito, generándose unos flóculos que recogen sustancias en suspensión y se depositan en el fondo. También se lleva a cabo una preoxidación con cloro para eliminar posibles patógenos.

• Filtración: se realiza para eliminar la materia en suspensión que no haya sido eliminada en los decantadores. Para esto se utilizan unos filtros de carbón activo en forma de gránulos de 117 m2 y 75 cm de altura (en las Imágenes 2 y 3 puede apreciarse el fondo de color oscuro de las piscinas que se correspondería con el carbón activo) y que tienen la capacidad de adherir moléculas orgánicas procedentes de herbicidas, otras moléculas orgánicas que persistan, así como los posibles trihalometanos que se hayan podido formar por el uso de cloro en el proceso. El agua es empujada a través de estos filtros de abajo hacia arriba por lo que el agua “limpia” será la que llegue a la superficie, y es recogida en unos canales (en la Imagen se muestran de color azul claro), los cuales conducen el agua al siguiente proceso. Según nos explicó el encargado de la ETAP es necesario cambiar estos filtros después de unos dos años de uso, para lo cual pueden someterse a un proceso de purificación que supone un elevado coste, por lo que no es posible reutilizarlos en este proceso y se derivan a la preparación de alquitrán.

Imágenes 2 y 3, piscinas con filtros de carbono, tomadas el día de la visita.

• Esterilización: cloración para eliminar patógenos.
• Corrección del pH: se añade NaOH para que el pH del agua oscile entre los límites permitidos por Sanidad (pH entre 6,8 y 8,5). Éste agua ya sería apta para consumo humano.

El agua es propulsada a través de una serie de tuberías (de color azul en la Imagen 4) a los nueve depósitos que se distribuyen por toda la ciudad.

Imagen 4, tuberías de distribución, tomada el día de la visita.

Todo el sistema es monitorizado desde una sala de control:

Imagen 5, sala de control, tomada el día de la visita.

Tanto el agua de entrada a la ETAP como la que circula durante todo el proceso es muestreada en puntos estratégicos para la realización de análisis de control y seguimiento, de tipo organoléptico, microbiológico (coliformes totales y fecales) y químico (pH, y otras sustancias de interés como metales pesados, nitratos…).