En la clase de hoy, hemos vuelto al laboratorio y hemos observado y comprendido el termómetro de Galileo.
Este termómetro está formado por un tubo lleno de un líquido y cerrado por ambos extremos. En su interior hay 5 esferas con una determinada cantidad de un líquido coloreado. De las esferas cuelgan unas placas que indican la temperatura y dependiendo de esta, las esferas suben o bajan, de modo que la temperatura del líquido y del ambiente se corresponde con la más baja de las esferas que flotan en la parte superior. A medida que la temperatura aumenta, las esferas se van hundiendo.
El funcionamiento del termómetro se basa en dos principios fundamentalmente:
- La flotación de un sólido dentro de un líquido, determinada por el principio de Arquímedes.
- La variación de la densidad de un líquido con la temperatura a presión constante, determinada por su coeficiente de dilatación isóbaro.
La esfera que determina la temperatura del líquido, es aquella que queda en euilibrio en el seno del fluido. Esto quiere decir que el empuje ejercido por el fluido es igual al peso de la esfera.
De igual manera, las esferas se diseñan para que su densidad sea igual a la del líquido justo a la temperatura de la placa que cuelga de ella, teniendo en cuenta la variación de la densidad de un líquido con la temperatura.
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