“El laboratorio, ese gran desconocido de los institutos…”
La mayoría de los institutos de España tienen laboratorios de Física y Química para uso y disfrute de los alumnos y docentes. Sin embargo, no es muy habitual que los estudiantes los conozcan.
En mi etapa como estudiante de instituto, apenas tengo recuerdo de pisar los laboratorios. Sabía de su existencia, pero mis profesores no los utilizaban… ¿Por qué? Supongo que era más complicado acabar a tiempo con el temario impuesto por ley si se “perdía” clase haciendo prácticas. El hecho de ir al laboratorio requería una mayor planificación y una atención más personalizada de los alumnos. Además, había más probabilidad de que los estudiantes quisieran jugar en lugar de trabajar y se alborotaran. Estas son solo algunas razones por las que yo creo que no se daba uso a los laboratorios.
Hoy en día, creo que en muchos centros se ha avanzado muy positivamente en esto, con profesores innovadores que implementan nuevas metodologías para dar sus clases y hacen del laboratorio un espacio esencial de aprendizaje para los alumnos. No obstante, sigue habiendo muchos institutos donde el laboratorio de Física y Química está abandonado y se sigue pensando como en mis tiempos de adolescencia…
Por esa razón, yo me planteo una serie de preguntas que todo docente científico debería hacerse:
- ¿Realmente lo que nos gusta de la ciencia es lo que se enseña a los niños (fórmulas de memoria, problemas repetitivos, teoría abstracta…)?
- ¿Nos acordamos de todas las fórmulas que en algún momento aprendimos de memoria? ¿Recordamos más de un 10% de ellas?
- ¿Cómo vamos a hacer que los alumnos pierdan ese miedo y rechazo a la materia de Física y Química si les enseñamos lo menos atractivo de la ciencia?
- ¿No podemos cumplir el temario que se exige por ley haciéndoselo más llevadero a los estudiantes complementando la teoría con experiencias visuales que permitan comprenderla de una manera más clara y firme?
- ¿Qué tiene de malo que los alumnos disfruten y jueguen yendo al laboratorio? Seguramente aprendan más en 5 minutos de juego e interacción con el experimento que en 50 minutos de clase magistral copiando sin pensar.
- ¿Qué es más importante, aprender o aprobar?
Sé que todo es complicado, y que, ciertamente, la ley no ayuda mucho imponiendo una serie de contenidos evaluables que hay que cumplir. Sin embargo, creo que el esfuerzo tiene una recompensa que merece la pena. Yo, como futuro docente, me sentiría muy contento y orgulloso de que mi clase estuviera motivada y con ganas de aprender Física y Química, sin miedo ni odio, independientemente de que siguiera habiendo una tasa de suspensos más elevada que en otras asignaturas. Al fin y al cabo, para mi lo más importante es conseguir que los alumnos aprendan.
Aún no hay comentarios.