Aristegui Noticias, 14 de Febrero 2018 [Noticia seleccionada y comentada por RENÉE CORNU SOLIS - Máster en Estudios Latinamericanos]
La noticia relata un operativo por parte de la policía estadounidense en Los Ángeles, básicamente una cacería de migrantes, y de acuerdo con lo que informó la oficina de inmigración, se concentraron en buscar personas que representen una amenaza para el país, por lo que supuestamente deben ser personas que hayan cometido delitos graves o a las que se les haya pedido abandonar el país.
Según la noticia, Los Ángeles es un condado que no coopera mucho con las políticas migratorias que se han estado implementando, por lo que los policías miembros de la ICE trabajan en equipo con las cárceles del condado y con la policía local para “detectar” casos de riesgo.
Fue un operativo que duró varios días, y que buscaba detener alrededor de 400 inmigrantes, y según lo que funcionarios de la ICE afirmaron, en los condados que “no cooperan” se ven obligados a “concentrar los recursos adicionales para llevar a cabo numerosas detenciones en la comunidad” lo cual a mí me parece gravísimo porque quiere decir que se incrementan los esfuerzos por buscar y deportar a las personas.
Estos operativos están a cargo de los equipos del ICE de operaciones de fugitivos de Los Ángeles, y además operan también en el sur de California incluidos los condados de Orange, Riverside, San Bernardino, Ventura, Santa Bárbara y San Luis Obispo.
Sin embargo, lo que a mí me parece todavía más grave y peligroso es la idea de buscar individuos que representen una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza argumentando que sean personas que tienen delitos graves, porque esto contribuye a reproducir el discurso de odio basado en un estereotipo racista de que los inmigrantes son delincuentes peligrosos, y de esta manera, tener argumentos completamente discriminatorios para realizar “operativos” y poner en riesgo a la población.