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Universidad de Salamanca
Blog dedicado al fenómeno migratorio y étnico
 

De refugiada… a maestra en Plasencia.

NÉSTOR GONZÁLEZ FUENTES. Grado en Trabajo Social.

Este ensayo intentará mostrar la situación del pueblo saharaui, y cómo fue el proceso de llegada a España, más concretamente a Plasencia, de una joven de origen saharaui, con la que tengo trato desde que llegó hasta la actualidad. También contaré como ha sido su vida desde que se instaló con su familia de acogida, sus dificultades y sus superaciones.

Dada la compleja situación del pueblo saharaui, con una gran parte de su población en los campos de refugiados de Argelia y con el pueblo marroquí ocupando parte de su territorio, no existen muchas estadísticas ni datos que nos permitan analizar aspectos concretos de la realidad que vive este pueblo (Vega et al. 2009)

De acuerdo con ACNUR (2017), a mediados de los años 70 las primeras familias de refugiados saharauis llegaron al sur de Argelia, a los campos de Tinduf. Puesto que huían de las acciones armadas que tuvieron lugar en el Sáhara Occidental tras la retirada de España. Se establecieron cinco campos de refugiados que se instalaron en la región tenían carácter temporal, pero muchas de las familias de refugiados llevan instalados en estos campos desde entonces, pasando así 40 años, a la espera de un acuerdo político que ayude a su retorno.

Los cinco asentamientos o campos de refugiados que existen en el Sahara Occidental, que son: El Aaiún, Awserd, Smara, Dajla y Tinduf. La vida es muy dura por las condiciones climatológicas, puesto que muy a menudo existen tormentas de arena, escasez de alimentos y agua potable. Es por todo ello que los saharauis se consideran apátridas puesto que no son reconocidos por ningún país como ciudadanos ACNUR (2017).

Teniendo en cuenta los movimientos de población, como los ocasionados por las inundaciones del pasado año, los organismos humanitarios calculan que en la actualidad conviven en los campos un total de 100.000 personas. (ACNUR, 2017)

Según Varga (2012), los saharauis no forman ni seguramente formarán un grupo numeroso de inmigrante en Europa. A diferencia del resto de África (sea árabe o negra) que cuenta con mucho potencial.

Existen programas en los campamentos de refugiados destinados a niños y niñas saharauis, que consisten en pasar las vacaciones de verano a Europa. Naku Mahayub, llegó en uno de ellos

He conocido desde el inicio de su estancia en España, su vida, su adaptación, su aprendizaje del idioma, sus costumbres y su evolución personal. Además fue protagonista de un reportaje de El Periódico de Extremadura – Plasencia. http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/plasencia/refugiada-maestra-plasencia_1078592.html

Llegó del Sahara, más concretamente de Dajla (Argelia), para vivir en Plasencia con una familia de acogida durante cuatro veranos, y dar lecciones de vida a todos los que la conocemos, por su alegría, por la manera de superarse y por su continuo esfuerzo y trabajo a lo largo de su vida en España.

Sus padres conocieron el proyecto “Vacaciones en Paz” que consiste en el acogimiento durante los meses verano de Julio y Agosto de niños y niñas saharauis por familias españolas. Desde el inicio del conflicto armado saharaui-marroquí, se concreta la puesta en marcha durante los meses estivales de unas colonias infantiles en la costa de Argelia con el fin de que los niños y niñas saharauis en el exilio puedan distanciarse temporalmente de la realidad de los campamentos de refugiados, de las carencias (alimenticias, educativas, sanitarias) que soportan y sufren (CEAS Sahara, 2018),

Este proyecto tiene entre sus principales objetivos:

  • “Posibilitar a la población infantil saharaui de los Campamentos de Refugiados salir de las duras condiciones en las que viven, y alejarles de las altas temperaturas del desierto Argelino, que en verano pueden alcanzar  los 50º
  • Realizarles reconocimientos y tratamientos médicos que resultan imposibles en los Campamentos, estudiando las posibilidades de diferentes tratamientos según las necesidades.
  • Proporcionar un equilibrio alimenticio que les permita recuperar los niveles necesarios de nutrientes.
  • Fomentar el aprendizaje del castellano, segundo idioma oficial de la RASD.
  • Potenciar los lazos históricos que unen el pueblo saharaui con el pueblo español, concienciando a la población española sobre el problema que sufren desde hace más de 40 años.
  • Crear vínculos familiares durante la acogida que perdurarán una vez que regresan a los campamentos (envío de alimentos, medicinas, visitas a las familias, etc.)” (CEAS-Sahara, 2018).

Desde que llegó a Plasencia, más concretamente a la familia de una amiga de la infancia, Naku, aunque tímida y desconfiada nunca se quiso aislar en casa, sino que salía como una más en nuestro grupo del colegio. Sin darse cuenta y sin ningún propósito, ella daba lecciones de vida enseñándonos la cultura y las costumbres de su país. Tanto es así que nos fascinaba que hablara saharaui, aunque no le gustara, nos enseñaba la manera de poner un velo correctamente etc. y así podría estar relatando miles y miles de cosas después de tantísimos años a su lado, tanto en el grupo de iguales como en algunos cursos del instituto.

Ella siempre ha tenido que aplicarse más que el resto, porque tuvo que aprender no solo a hablar el idioma, que es lo primero que se aprende, sino aprender a escribir y a leer en un idioma distinto y con normas gramaticales totalmente diferentes. Además de apuntarse a clases de apoyo de español. A veces, se sentía frustrada porque en Dajla ella era una de las personas que mejores resultados sacaba en las clases que se impartían, y aquí, en España, veía que ella tenía mayor dificultad para conseguir pasar los cursos.

Desde que llegó, se enfrentó a múltiples retos, tuvo que reinventar su vida diaria, aprender la lengua, habituarse a las nuevas costumbres, adaptarse a una nueva distribución de tiempo, y se hizo las mismas preguntas: ¿Qué cambiar? ¿Qué conservar? La combinación de dos culturas puede llevar a fases muy diversas que tendrán diferentes consecuencias en sus vidas (Vega et al., 2009).  Estas fases serían las siguientes:

- Que una cultura se afirme sobre la otra;

- Que una cultura destruya a la otra,

- Que la una y la otra se modifiquen al entrar en contacto.

Naku, decidió tomar las costumbres españolas, y poco a poco, ir dejando atrás costumbres musulmanas, como por ejemplo la forma de vestir, comer, relacionarse con los hombres, etc. Ella considera que no ha traicionado a su cultura ni a su religión, simplemente siente la libertad de elegir quién quiere ser y cómo quiere ser, sin perder los valores que le enseñó su familia. Por eso ella, si quiere vestir con falda, comer carne de cerdo, beberse una cerveza con alcohol o no practicar su religión, decide libremente lo que quiere hacer. Ella, nunca ha tenido problemas de adaptación con los jóvenes de nuestra edad desde que llegó a España.

Cuando la familia de acogida y la biológica decidió que Naku podría quedarse por motivos médicos en Plasencia, todos nos alegramos enormemente, incluso ella, aunque dejara atrás a su familia, porque tanto ella como su familia sabía que su salud se mejoraría y además tendría un futuro mejor aquí en España. De esta forma, ese fue su objetivo, aprender todo lo que pudiera y tener un futuro sin olvidar a nadie ni nada de dónde provino, ayudando en lo que pueda, de esta manera a su familia biológica.

Por ello, con el apoyo de su familia de acogida y con su esfuerzo, decidió seguir estudiando y ser lo que siempre ha querido ser, maestra. Esto le abrirá puertas al mercado laboral, adquirir conocimientos nuevos, y quién sabe si poder realizar proyectos que tiene pensado en el futuro para colaborar de manera directa con su familia y su campamento de refugiados de Dajla.

En definitiva, todos los objetivos que se marca los consigue, y nos hace sentir a todos orgullosos de su proceso, su evolución y de cómo es como persona. Gracias a ella, ha cambiado mi concepto de muchas realidades de los migrantes, de los refugiados y de la constancia de las personas.

Naku, ha tenido mucha suerte, pero muchos otros saharauis siguen en situaciones precarias y muy duras, como anteriormente he mencionado. Otros saharauis lo tienen más difícil a la hora de planear su futuro y querer estudiar, y más si son mujeres, por sistema patriarcal en el que se encuentran y por sus costumbres.

Todos ellos se encuentran en situación de apátridas, lo que dificulta su situación a todos los niveles, tanto políticos como sociales. Esta situación se mejorada gracias a la labor que realizan muchas organizaciones o asociaciones de apoyo al Pueblo Saharaui.

BIBLIOGRAFÍA

ACNUR (2017). “¿Quién es un apátrida? Publicado en UNHCR ACNUR La Agencia de la ONU para los Refugiados. Recuperado en Mayo de 2018, de ACNUR: http://www.acnur.org/a-quien-ayuda/apatridas/

ACNUR (2017). “La vida en los campamentos de refugiados saharauis”. Publicado en UNHCR ACNUR Comité Español. Recuperado en Mayo de 2018, de ACNUR: https://eacnur.org/blog/la-vida-en-los-campamentos-de-refugiados-saharauis/

ACNUR (2017). “Pueblo saharaui: situación actual y perspectivas de futuro”. Publicado en UNHCR ACNUR Comité Español. Recuperado en Mayo de 2018, de ACNUR: https://eacnur.org/blog/pueblo-saharaui-situacion-actual-y-perspectivas-de-futuro/

CEAS Sahara (2018). “Historia Vacaciones en Paz”. Publicado en CEAS-Sáhara Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara. Recuperado en Mayo de 2018, de CEAS Sahara: https://ceas-sahara.es/historia-vacaciones-paz/

Varga, M. S. (2012). “Una fuerza transnacional: los saharahuis en España”Historia Actual Online, (29), 117-124.

Vega, E. G., Ahmed-Salem, F., García, P. F., & Ana, M. (2009). “Una aproximación a la realidad de las mujeres saharauis.” Migraciones. Publicación del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, (25), 69-88.

 

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