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Universidad de Salamanca
Jorge Heras Almeida
Ingeniero Químico - Estudiante del Máster de Educación Secundaria Obligatoria
 

¿Dónde están mis llaves?

 ”La curiosidad es el motor del éxito”

 Ken Robinson

En la misma sesión en la que hablamos sobre la creatividad y se nos planteó la creación de una cámara oscura y buscar qué encontrabamos de raro en una publicación sobre la caída libre de un paracaidista, también se nos propuso un “reto”, con el cual podríamos investigar y plantear teorías.

Se nos ha propuesto pensar en qué se basaba el cambio de color de las cuentas de un “llavero mágico” que, por ejemplo, María Jesús puso al sol en clase.

El llavero mágico

“Llavero mágico”

La primera idea que se me vino a la mente fue la temperatura. Podía tratarse de un material que cambiaba de color al someterse a una fuente de calor. Aunque esta idea casi la descarté durante la clase, pues me pareció raro que este material reaccionase tan rápido con la poca temperatura que podía dar el sol en días así de fríos, cuando el llavero cayó en mis manos, lo primero que hice fue ponerlo encima de un radiador…y nada, absolutamente ningún efecto. ¡Primera hipótesis descartada!

La siguiente hipótesis que se me ocurrió (en parte al ver el color de las cuentas de cerca) fue que se trataba de algún material fluorescente o fosforescente. Estos materiales son aquellos cuyos electrones pasan a niveles electrónicos excitados al absorber energía y la emiten en forma de fotones al volver a su nivel de partida.

Esto cuadraba perfectamente con lo que había ocurrido al exponerlo María Jesús a la luz del sol. Sin embargo, algo que me descolocó, fue que al momento que el llavero llego a mis manos durante la sesión, le enfoqué directamente la linterna del móvil durante varios segundos y…tampoco conseguí el efecto que esperaba.

Cuando me dejaron el llavero al día siguiente para poder llevármelo a casa e investigar un poco más, volví a experimentar con la luz…con un poco de ayuda (parece que no era el único con curiosidad por el llavero), obteniendo el mismo efecto que os dejo en las siguientes fotos, una de ellas hecha por mi compañera María que consiguió unos colores muchos más vivos que en mi caso.

foto blog llavero 1

Mi pequeña y curiosa ayudante

Foto blog llavero 2

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo esto me sirvió para comprobar que el llavero mantenía el color durante unos segundos antes de desaparecer, lo que hizo que me decantase por un fenómeno de fosforescencia, pues se diferencia de la fluorescencia precisamente en el retraso temporal que hay entre la absorción y reemisión de los fotones.

Tras ésto, volví a comprobar que con la luz artificial seguía sin reaccionar de la misma manera. Esto me llevó a pensar qué es lo que diferencia la luz del sol y la luz de una linterna, por ejemplo. ¡La radiación ultravioleta! En este momento asumí que se trataba de un material fosforescente que reaccionaba únicamente a la radiación ulttravioleta presente en la luz del sol. Pero, ¿estaré en lo correcto?

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