Tal y como se ha comentado en otras entradas, una de las mejores maneras de aprender algo es viéndolo, ¿qué puede haber mejor que una salida a algún lugar donde se puedan comprobar de primera mano los contenidos que se están aprendiendo en alguna de las asignaturas? Además, no sólo se pueden hacer visitas a museos o centros del estilo. ¿Por qué no una salida a un centro de atracciones donde se pongan a prueba nuestros conocimientos de física?
A pesar de que una salida es una muy buena manera de incentivar el interes de los estudiantes por el tema que se va a tratar, organizar estas experiencias de campo requiere mucho más trabajo del que se pueda pensar a priori. En primer lugar, hay que planificar estas visitas con mucha antelación. Si quisieramos hacer una salida el próximo curso, ¡habría que planificarlo todo en este!
Todo tiene que quedar reflejado y atado, concretar la visita, cuadrar un día que no suponga mucho problema para los alumnos y para los profesores, puesto que alguien tendrá que curbir a aquellos que falten por ir a colaborar en esta salida. También se necesitan autorizaciones en caso de que los alumnos sean menores de edad. Por otra parte, si es necesario transporte, la cosa se empieza a complicar y, en caso de necesitar también financiación, prepárate para hacer papeleo.
Quizás sea precisamente por todo esto que los profesores ven mucho más cómodo impartir su clase como es habitual sin salir del aula. Es entendible que con este sistema tan burocrático se le quiten a uno las ganas de improvisar.
Por desgracia, debido a la situación actual no hemos podido disfrutar de ninguna salida, aunque si las cosas mejoran quizás podamos ir al Museo de la ciencia de Valladolid.
Sin embargo, sí que hemos estado hablando sobre cómo planear una visita. Cómo y qué consultar al lugar donde queramos hacer la visita; cómo preparar al grupo para la visita, planteándoles los objetivos, el porqué de la visita, las actividades que se realizarán, cómo enfocar la visita a un tema en concreto, las explicación de las normas para esta salida (tanto para el viaje, como una vez que se llegue al lugar de la visita); el planteamiento de un taller o actividad tras finalizar la visita para sacar una conclusiones, integrando así los conocimientos y logrando los objetivos de aprendizaje planteados.
En definitiva, si bien es verdad que es muy complicado de organizar, creo que puede resultar muy positivo realizar este tipo de salidas, al menos desde mi experiencia personal.
Fuentes consultadas:
http://eduteka.icesi.edu.co/articulos/VisitaMuseo
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