La Escuela Santiago Uno acoge a menores de diferentes puntos del país que se encuentran en circunstancias difíciles, y también imparte cursos de formación sobre la intervención y la labor con menores. En esta entrada nos vamos a referir al curso sobre “La prevención de la violencia en menores y jóvenes a través de las TIC`s”, que tuvo lugar los días 12, 13 y 14 de marzo, y al que pudimos asistir los alumnos de la línea de “Menores y uso de Internet” de la Cínica Jurídica de Acción Social de la Facultad de Derecho de la USAL.
En el curso se trató sobre qué se entiende por violencia y violencia on-line, se abordaron los factores que pueden llevar a los menores y adolescentes a convertirse en agresores o víctimas, junto con los factores de riesgo y los factores de protección que puede influir en ello y, por último, se expusieron las medidas a través de las cuales se podría intervenir para prevenir este tipo de conductas.
Se hizo especial mención al hecho de que, en la actualidad, lo real y lo virtual cada vez están más unidos, lo que implica que a veces sea complicado distinguirlos, porque el límite que los separa es muy tenue. Si para los adultos resulta complicada la distinción, la dificultad es mayor en el caso de los menores, y ello hace que aumente su vulnerabilidad. También se dijo que se ha comprobado que la violencia que antes se ejercía en el mundo físico, se está trasladando al mundo virtual. Como no se puede obviar que Internet y las redes sociales se han convertido en una herramienta socializadora imprescindible para los jóvenes, se ha de trabajar para que la sociedad y, en concreto, los menores hagan un uso provechoso, responsable y sensato de las TIC`s.
En este sentido, en primer lugar, los padres han de ser conscientes de que en muy buena medida los hijos aprenden imitando y reproduciendo sus comportamientos. Por ello, los progenitores y los adultos en general deben conocer e informarse de cómo hacer ellos mismos un uso responsable y seguro de Internet y de las redes sociales. En segundo lugar, los padres han de entablar conversaciones con sus hijos e hijas para establecer unas pautas en cuanto a la utilización de las TIC`s por parte de los menores, para que lo hagan con los menores riesgos posibles. En tercer lugar, los padres deben controlar el acceso de sus hijos a Internet. No es recomendable un control de contenidos, aunque en algunos casos concretos pueda resultar beneficioso para el menor, sino que lo que se recomienda es establecer barreras temporales y normativas. Por ejemplo, midiendo el tiempo de uso de las TIC`s y mentalizando al menor de que cuanto más tiempo está conectado más probabilidades existen de ejercer o padecer violencia.
Desde la Escuela Santiago Uno se insiste en algunas recomendaciones específicas a padres y menores que, siendo sencillas de ejecutar, pueden ayudar a prevenir cualquier tipo de violencia a través de las redes sociales. Por un lado, evitar que los menores utilicen los móviles por la noche. En estas horas en las que están relajados y no tienen nada que hacer, resulta más fácil ejercer o recibir violencia. Por otro lado, destacar que tampoco se deben usar los móviles durante las comidas. Es más, estos momentos se podrían aprovechar por parte de las familias para trabajar habilidades sociales, lo que resulta especialmente importante porque se aprecia que este tipo de habilidades se están debilitando por el uso excesivo de las redes sociales, lo que cada vez ocurre desde una edad más temprana. Las estadísticas muestran que se ha adelantado la edad en la adquisición de un móvil en torno a los 7 años, y que entre los 10 a 15 años, un porcentaje del 94%, empiezan a utilizar Internet y las redes sociales, cuando legalmente la edad para consentir el tratamiento de datos en las redes sociales se establece en los 14 años. Estos temas están empezando a llegar a los Tribunales, que en algunos casos han condenado a padres de niños menores de 14 años que han sufrido o generado conductas de ciberbullying tras haber subido vídeos a plataformas como tiktok o similares.
Para concluir estas líneas, parece oportuno insistir en la importante labor que desarrolla la Escuela Santiago Uno en su función de formación. Para los alumnos de la Clínica Jurídica que acudimos al curso sobre prevención de la violencia en menores y jóvenes a través de las TIC`s fue una experiencia muy formativa y enriquecedora. Imperó un buen ambiente y aprendimos de las intervenciones de los ponentes y de las ideas que compartimos todos los participantes que allí nos encontrábamos.
Víctor Hugo Acevedo León
Línea de Menores y uso de Internet
Clínica Jurídica de Acción Social