Más teatro, premio y homenaje a Blanca Portillo

Un trimestre trepidante en teatro por lo que ha ido contando Marcos Ordóñez, aunque yo sólo he visto dos obras, ambas excepcionales: Un trozo invisible de este mundo (escrita e interpretada por Juan Diego Botto–4 monólogos– y Astrid

Jones–un monólogo–, y dirigida por Sergio Perís-Mencheta), en el Matadero de Madrid; y, más recientemente y en Salamanca, Tío Vania (de la compañía L’Om Imprebís, dirigida por Santiago Sánchez). La obra de Juan Diego Botto pertenece al teatro que más me gusta pues traspasa la cuarta pared y dialoga más directamente con el público y se entabla una conversación más cercana. La interpretación de Juan Diego Botto fue sencillamente magnífica, y la voz de Astrid Jones sublime.  Rescato también las palabras que escribió Perís-Mencheta recogidas en el programa de mano sobre los migrantes y su énfasis en que todos estamos de paso. Por cierto, Perís-Mencheta pronto estrenará su versión de la obra de Shakespeare, La tempestad (20 diciembre 2012 a 20 de enero 2013), se puede visitar su página web.

Por otro lado, Tío Vania, presentada por L’Om imprebís, cuya dirección, como ya es habitual en el trabajo de Santiago Sánchez, presentaba una impecable y muy cuidada puesta en escena, a lo que se añadía la excelente interpretación del elenco al completo y una escenografía igualmente muy cuidada al tiempo que sencilla, en la que los troncos de árboles de un bosque aparecían como fondo.  A esta función se añadió la posibilidad de poder disfrutar de un excelente coloquio con todo el elenco y director al final de la función, lo cual añadió mucha más información (especialmente sobre el proceso creativo) y le dio aun más valor al magnífico trabajo que habíamos visto previamente en el escenario.

Y hoy, Carlos Ordóñez, nos brinda otro de sus magníficos artículos, esta vez como su homenaje particular a BLANCA PORTILLO, a quien le acaban de conceder el Premio Nacional de Teatro. Ordóñez hace un recorrido histórico y lleno de matices al trabajo que ha ido realizando Blanca Portillo desde los años ochenta para recordarnos que  Portillo siempre ha marcado huella en todas sus interpretación, aunque es en estos últimos años donde ha llegado a su plenitud y mejor momento de su carrera, siendo su último trabajo La vida es sueño, montaje dirigido por Helena Pimenta que espero llegue pronto a Salamanca.  Dejo el enlace del artículo de Ordóñez que aparece hoy en El País, “Un huracán de fuerza doce”, se puede ver pinchando sobre el título del artículo.