Hemos empezado las clases de nuevo, por muchos años que lleve como docente (y ya son 19), para mí las primeras semanas siempre son tensas. No los conoces, no te conocen, cada uno intenta encontrar su sitio y eso lleva su tiempo. Esta mañana intentaba, al mirar sus caras, ver si era posible relajarnos, pero aún es pronto, son escépticos y hacen bien. Todos tendremos que poner de nuestra parte.
Hacía tiempo que no tenía un grupo tan numeroso (hay 53 matriculados, aunque yo diría que van a clase 40 y pocos). Reconozco que no me gustan los grupos demasiado pequeños, no te dan juego para nada, pero los últimos años había tenido grupos pequeños y a todo te acostumbras. Para mí y más con esto del EEES, el número ideal está entre 30 y 35 estudiantes, pero ya se sabe que las cosas son reales y no ideales y no me voy a quejar, hay situaciones más complicadas y con mayor número de estudiantes.
Ahora a ellos (estudianes de 1º del Grado en Ingeniería Civil) les toca buscar con quién quieren trabajar (ya que espero que lo hagan) y a mí distribuir trabajos a los grupos, fijar el calendario definitivo de tutorías, entregas y defensas e intentar que, de lo que cuento en clase, les quede algo (ya que ellos también esperan que yo haga mi trabajo, supongo).
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