Montaje sencillo para ver física
La última parte de la clase de didáctica ha sido para mí un regreso al pasado, ya que he rememorado las prácticas de física que hice durante mi primer año de química en las diferentes asignaturas de física. Concretamente me hizo recordar la asignatura de mecánica, la cual me costó una barbaridad (ya sabéis, muchas veces los químicos con la física no hacemos buenas migas).
Por otra parte, en mis primeros días en el Instituto con los alumnos de la ESO, me he dado cuenta que muy pocos de ellos tienen una visión buena de la física y la química, diciendo muchos de ellos comentarios como “no la entiendo”, “no me va a servir para nada esto en un futuro” o “es muy difícil”. Para revertir estas situaciones que he vivido en primera persona, es una muy buena opción, organizar diversas experiencias sencillas en el laboratorio o incluso en el mismo aula donde se imparte la materia. Solo hay que ver como los cambia a los alumnos la cara al ver estas experiencias y su atención aumenta considerablemente.
Por eso uno de los motivos de ir al laboratorio en didáctica a experimentar de forma sencilla con la física ha sido para implementar esto en nuestro futuro docente. No hace falta complicarse la vida para realizar estas sesiones, basta con aplicarlo de una forma muy sencilla y amena para que el alumno capte la utilidad de la actividad. Basta con preparar un vídeo de corta duración y un guion claro de explicación de la práctica, con el fin de no aburrir al alumno y así pueda disfrutar de la práctica y entender de una forma muy simple lo que está observando. Además, como actividad a evaluar los resultados obtenidos y hechos observados, se los podría dar unas pautas simples, pero a la vez tuvieran ellos la libertad de su elaboración en forma de informe, vídeo, presentación…
Con el fin de ver cómo podríamos aplicar esto en nuestras futuras carreras docentes, hemos realizado un experimento sencillo como el que aparece en las imágenes. Este ha consistido en soltar una bola de acero colgada de un hilo, que ha ido a golpear a otra bola situada en el borde de la mesa. Tras este choque, la bola cae al suelo, registrándose a través de un micrófono conectado al ordenador el sonido de este golpe. Sabiendo la altura de la mesa y los tiempos en los que se han producido ambos choques registrados, se puede calcular mediante una sencilla ecuación la aceleración de la gravedad. Y sorpresa, nos han salido valores próximos al teórico, concretamente 9,71 y 9,77 m/s2.
Registro de resultados
Vemos que de una forma muy sencilla los alumnos pueden imbuirse y divertirse a la vez con la física, al igual que lo hemos hecho nosotros. No dudaré en las próximas semanas aplicar lo aprendido durante esta sesión a mis alumnos, de hecho, ya estoy preparando el próximo experimento que quiero mostrarles. Si consigo que su percepción por la física y la química cambie radicalmente, me daré por satisfecho. DIFÍCIL SÍ, PERO NO IMPOSIBLE. Ya os iré contando. HASTA LA PRÓXIMA.
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