ABC (17/03/2019). [Noticia seleccionada y comentada por Marta Deblas González; Grado en Sociología]
Son muchos, por no decir la mayoría, los migrantes que preferirían acogerse a la ley y convertirse en “regulares”/”legales”. Sin embargo, la migración está fuertemente politizada, lo que favorece aún más el fomento de juicios negativos. Un tipo de migración cada vez más frecuente es la denominada “irregular”, “no autorizada”, o “clandestina” y se emplea cuando una persona no es ciudadano del país al que accede, de tal forma que quebranta las leyes y normativas de inmigración. El término “irregular” es improcedente al mismo tiempo que incorrecto, pues todo ser humano tiene dignidad y derechos humanos que deben ser respetados.
En la naturaleza mixta de los migrantes irregulares pueden encontrarse victimas de trata, personas en búsqueda de asilo, apátridas, refugiados…En la actualidad, se ha producido un gran aumento del número de menores migrantes irregulares, siendo cada vez más los que viajan solos, haciendo de este tema un problema urgente. Es por ello que la UE ha iniciado un proyecto de investigación y análisis en la agencia europea de la guarda de fronteras y costas (Frontex). La administración de flujos migratorios por parte de los estados miembros supone dotar de asistencia para garantizar la protección y cubrir las necesidades y realidades para su correcta atención.
La entrada irregular a la UE se realiza por dos trayectorias principales: la occidental, que es la más frecuente y con mayores posibilidades de éxito y, la mediterránea central a (Libia-Italia), caracterizada por ser más lenta y más peligrosa y por tanto, con un índice de éxito más bajo. Su menor preferencia se debe al cierre casi total en las fronteras por parte del gobierno italiano mediante un cambio en la trayectoria de los inmigrantes a través de África. Las políticas xenófobas implantadas hace unos años en Italia no han sido tratadas por la UE, quien tiene la obligación legal y moral de dar protección a aquellos que la requieran para velar su vida, integridad y prevenir de los riesgos que tal migración implica. A su vez, ha surgido una tercera entrada irregular por el mediterráneo oriental (Grecia). En esta trayectoria, existen varios menores que dicen ser adultos pues consideran que las medidas de protección internacional suponen un obstáculo para lograr llegar a su destino y lograr su objetivo frente a los adultos que dicen ser menores para poder recibir los beneficios de protección reservada a los mismos pues se convierte en inexpulsable del país. Esta situación se ve agravada por la falta de información de la identidad de los migrantes, la falta coordinación por facilitar atención y protección adecuada, la desinformación en el funcionamiento de la protección internacional, las dificultades de comunicación, de regulación…
El desarrollo de políticas públicas de seguridad se relaciona con el desarrollo tanto económico como social de los estados, y por ello, con la mejora de la calidad de vida de las personas. Si se logra establecer la correspondiente seguridad pública y defensa nacional, pueden ejecutarse políticas de protección y controles fronterizos que permitan el establecimiento de una estructura de protección ciudadana efectivas para la nación y la convivencia de todos los seres humanos.
