EL PAIS 12/11/2018 [Noticia seleccionada y comentada por Alba Yáñez Martínez. Grado en Trabajo Social]
Un equipo de psicólogas de la Cruz Roja de Málaga han hecho un estudio para conocer las características del duelo migratorio, teniendo presente el Síndrome de Ulises denominado así por Joseba Achotegui, donde diferencia las pérdidas que tiene la persona migrante en los ámbitos familia, lenguaje, cultura, país de origen, estatus social, grupo de pertenencia y riesgos físicos. Una experiencia traumática que deja secuelas tanto psicológicas, como psicosociales
La conclusión que se saca de esta sintomatología que presentan, es que no se trata de una enfermedad mental, sino de un conjunto de síntomas emergentes por una emigración forzada, donde los síntomas son más persistentes cuando el país de origen se encuentra en situación de conflicto armado, ya que la persona no tiene la certeza de que cuando algún día regrese, las personas que dejaron atrás sigan allí y el entorno que él conoció si seguirá siendo el mismo.
Con estos datos Cruz Roja quiere ofrecer una atención donde la ayuda vaya enfocada a las necesidades de la persona osea sea una atención más eficiente e individualizada.
Tenemos que comprender que es una situación normal, que le puede ocurrir a cualquiera que se vaya de su país en esas situaciones, ya que son muchos duelos no resueltos los que dejan en su país, no es nada patológico. La sociedad tiene que dejar de aterrorizarse por las cifras y empatizar más, ya que hay gente que lo está pasando muy mal, que no les está siendo nada fácil y que ha puesto en peligro su vida, para conseguir una vida mejor.
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