LIBÉRATION 16 de Febrero 2018 [Noticia seleccionada y comentada por Valentin AVENTINO - Máster en Estudios Latinamericanos]
En enero 2018, el gobierno francés del primer ministro Édouard PHILIPPE anunció en los medios de comunicación un proyecto de ley sobre “asilo e inmigración”. Entre otras medidas, el proyecto planeaba: la reducción de los pazos de instrucción de la demanda de asilo (90 días en vez de 120); la reducción del plazo de recurso (15 días en vez de 30); para los menores, la extensión de la reunificación familiar a los hermanos y hermanas; la extensión del título de estancia para los refugiados (4 años en vez de 1); el fortalecimiento de la protección de las jóvenes chicas expuestas a un riesgo de escisión; la posibilidad de colocar en retención a un solicitante de asilo que presenta una amenaza grave para el orden público… Sin embargo, el ministro del Interior Gerard COLLOMB tuvo que modificar sus planes a causa de un giro de situación provocado por el senado.
En efecto, la segunda cámara legislativa francesa, mayoritariamente de derecha, aprovechó de la discusión sobre la ley “de buena aplicación del régimen de asilo europeo” para tomar decisiones parecidas a las anunciadas por el ministro, con el claro objetivo de hacer fracasar su futuro proyecto de ley. A causa del deseo gubernamental de hacer coincidir rápidamente el derecho francés con el derecho europeo, los ministros presionaron a sus deputados para que votaran la ley en su versión modificada por los senadores.
Además, este pequeño episodio de la vida política francesa dio un panorama de la cizaña que va a sembrar el proyecto de ley “asilo e inmigración” ya que la derecha quiere un texto más duro, que la izquierda llama la atención sobre el carácter muy represivo del texto y que los parlamentarios de En Marche no saben cómo posicionarse. No obstante, queda claro que la tendencia va hacia un acceso al estatus de asilo todavía más difícil.
