Historia de vida elaborada por Melanie Carrero Ramos (Estudiante del Grado en Trabajo Social)
Iulia es una mujer de 42 años de nacionalidad rumana. Nació al noroeste de Rumanía, en una ciudad llamada Satu Mare, la cual limita con Ucrania y Hungría. El 20 de octubre del año 2006, Iulia decide, voluntariamente, dejar su país natal para emigrar a España en busca de unas condiciones de vida mejores. En ese momento España estaba experimentando un aumento de las inmigraciones, ya que según afirma Marcu (2007), a partir de 2002 se producen en España un repunte de las inmigraciones de carácter laboral; en especial, se observó un incremento de la población rumana, el cual pudo estar motivado por la apertura del espacio Schengen para Rumanía, que supuso la libre circulación de ciudadanos. A partir de ese momento, los rumanos empezaron a emigrar a nuestro país, produciéndose un contagio social entre ellos, es decir, muchas fueron las personas que se vieron influidas por otras de su entorno más cercano para iniciar procesos de inmigración. Este es el caso de Iulia, la cual se vio motivada y ayudada por su hermana para la preparación del proyecto migratorio; esta preparación la realizó un mes antes de venir a vivir a España. Tras hablar con su familia, decidió que lo mejor era marcharse del país para buscar una vida mejor, tanto para ella, como para su hijo de un año, ya que era madre soltera y apenas tenía recursos para subsistir.
En un primer momento, abandonó el país sola, sin su hijo, dejando a su madre al cuidado de este, en su país de origen; ya que pensó que sería buena idea asentarse y tener una estabilidad económica en el nuevo país para después poder traer a su bebé. El hecho de la separación materno filial le supuso mucho dolor, siendo esto, sin duda lo más duro y doloroso de todo el viaje.
Ella, migró a Madrid, a un pequeño piso de alquiler que tenía su hermana en la ciudad desde hacía dos años. Iulia, apenas conocía España, y mucho menos, Madrid, pero su hermana le había comentado previamente que España era un país más rico que el suyo, en el que los empleos estaban mejor remunerados y en el que, el aprendizaje de la lengua no le supondría un problema mayor, ya que era un idioma procedente del latín y fácil de aprender.
Con todos estos aspectos a su favor, se mudó al piso de su hermana. Al llegar al país, en cuestión de semanas se sintió gratamente sorprendida, ya que pudo comprobar que todo lo que le había contado su hermana era verdad.
Aprendió el idioma en muy pocos meses; durante los meses de instalación en el nuevo país puso en regla todos sus papeles para poder trabajar. Fue su hermana la que le consiguió un empleo en una casa de bodas donde trabajaba una íntima amiga suya. Iulia se sentía muy satisfecha porque en su trabajo el sueldo era más que suficiente para ella.
Dos años después, consiguió la ansiada dependencia económica, la cual le permitió mudarse a un piso ella sola. Con los ahorros disponibles decidió apuntarse a la autoescuela en su nuevo país para obtener el permiso de conducción. Viendo todos los progresos obtenidos, en el 2008 pudo reagrupar a su hijo con ella, encargándose ella misma de todos los trámites pertinentes. El momento del reencuentro con su hijo, lo define como el segundo día más feliz de su vida, siendo el primero el nacimiento de este.
Poco después de la llegada de su hijo, Iulia encontró una pareja, también inmigrante procedente de Rumanía. Dejó su primer empleo para realizar un curso de corte y confección ya que su sueño había sido siempre la confección de maillots de gimnasia rítmica. Tras el curso, con sus pocos ahorros y la ayuda de su nueva pareja decidió abrir su propio taller de costura y emprender. Primero colgó algunos de sus trajes en una plataforma online, y esta pronto dio sus frutos, muchas personas comenzaron a compararlos y pudo incluso exportar sus trajes a otras zonas del mundo.
Actualmente continúa con su empresa, estando completamente integrada y adaptada en España, según comenta las ventajas de vivir en este país son muchas, entre ellas destaca que se ha encontrado en su camino mucha gente amable y buena que la ha ayudado a empezar de cero en un país prácticamente desconocido para ella y eso le ha motivado a seguir día a día, ya que se ha sentido una más.
No encuentra demasiadas desventajas de haberse venido a vivir a España, lo único que destaca es el sufrimiento que conlleva estar separada de sus seres queridos: madre, hermanos, sobrinos, etc.
Asimismo, comenta que es cierto que ha pensado muchas veces en volver a su país, pero este es un hecho que actualmente descarta por completo, porque según ella tiene motivos más que suficientes para no hacerlo, alguno de los motivos son que tiene una pareja estable y a su hijo con ella, su hijo se ha adaptado perfectamente al nuevo país, estudia en España y tiene muchos amigos, así pues, ella y su pareja también cuentan con una red de amistades extensa y ambos poseen trabajo estable.
Por todos los motivos expuestos considera que fue una muy buena idea la de venirse a España a vivir y lo repetiría sin dudas. Su propósito después de tantos años residiendo en España es obtener la nacionalidad y ser oficialmente una más.
Bibliografía:
Marcu, Silvia. (2009). Del este al oeste. La migración de rumanos en la Unión Europea: Evolución y características. Migraciones internacionales, 5(1), 155-191. Recuperado en 18 de mayo de 2020, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-89062009000100006&lng=es&tlng=es.
